H.G.
WELLS, Y COMO COMPATIBILIZAR LA CIENCIA Y LA LITERATURA
Herbert George Wells nació
en Bromley el 21 de setiembre de 1866, y murió en Londres el 13 de agosto de
1946. Narrador, filósofo político, y escritor de gran capacidad creadora y
originalidad temática, H.G. Wells se encuentra en la línea de novelistas que
exponen una visión realista de la vida y mantienen una enérgica creencia en la
capacidad del hombre para servirse de la técnica como medio para mejorar las
condiciones de vida de la humanidad.
Un accidente infantil por
el que se rompió la tibia y su larga convalecencia lo obligaron a permanecer
durante meses en reposo. Con ocho años de edad, esta impuesta quietud propició
el descubrimiento de la lectura y en particular, guiado por su padre, de
autores como C. Dickens o W. Irving. En su juventud, Wells estudió biología en
la Normal School of Science de Londres, y alejado del humanismo clásico, se
situó en una posición más cercana a las ciencias, que le proporcionó buena
parte de la energía creadora que nutrió su trayectoria como novelista.
Su producción podría dividirse
en tres etapas: la de novela científica, la familiar y la sociológica. La
novela científica comenzó con el fin de la Segunda Guerra Mundial y se
convirtió pronto en un género popular, y las escritas por Wells son obras
maestras del género gracias a su interés científico, así como a sus sólidas
estructuras estilísticas y a su prodigio imaginativo. Basta como ejemplo la
primera de ellas, La máquina del tiempo (1895), en la que el inventor de la
máquina puede viajar hacia el pasado o el futuro con un sencillo movimiento de
palanca.
El protagonista viaja al
año 802701 y contempla un panorama patético, consecuencia de la doctrina
evolucionista, en un mundo habitado por dos especies humanoides: los eloi,
vegetarianos ociosos, apacibles y simpáticos, desprovistos de inteligencia, y
los desalmados y terribles morlocks, habitantes del subsuelo y herederos de las
clases sojuzgadas, que de vez en cuando suben a la superficie para devorar a
los eloi.
A ésta le siguieron La
visita maravillosa (1895) y El hombre invisible (1897). Muchos de los inventos
y procedimientos científicos que marcaron el siglo XX fueron imaginados por
Wells a finales del XIX, tales como la bomba atómica, y aparecen en novelas
comoLa isla del Dr Moreau (1896), El primer hombre en la luna (1901), Manjar de
dioses (1904) o La guerra en el aire (1908).
Kipps (1908) fue su
primera novela familiar, a la que le siguió Tono-Bungay (1909), una notable
sátira sobre la sociedad inglesa de finales del siglo XIX y la aparición de los
nuevos ricos". A ésta le siguieron Ann Verónica (1909), The History of Mr.
Polly (1910) y Matrimonio (1912). La novela sociológica o didáctica de Wells es
la que comprende más títulos, de los que se destacan El nuevo Maquiavelo (1911)
y El mundo liberado (1914), en la que describe una guerra europea realizada con
bombas atómicas y radioactividad.
El autor publicó más de
ochenta títulos en los que siguió la tradición de J. Bunyan y D. Defoe al
margen de la influencia que los autores franceses y rusos ejercían sobre
novelistas contemporáneos suyos como H. James, G. Moore y J. Conrad.
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