A
529 AÑOS DEL NACIMIENTO DE FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS
Fray
Bartolomé de las Casas nació en Sevilla el 11 de noviembre de 1484 y murió el
18 de julio de 1566. Fue un religioso español defensor de los derechos de los
indígenas en los inicios de la colonización de América, con una formación más
bien autodidacta, orientada hacia la Teología, la Filosofía y el Derecho. Pasó
a las Indias diez años después de su descubrimiento, en 1502; en La Española
(Santo Domingo) se ordenó sacerdote en 1512 (fue el primero que lo hizo en el
Nuevo Mundo) y un año
Conmovido
por los abusos de los colonos españoles hacia los indígenas y por la gradual
extinción de éstos, emprendió desde entonces una campaña para defender los
derechos humanos de los indios; para dar ejemplo, empezó por renunciar él mismo
a la encomienda que le había concedido el gobernador de Cuba, denunciando dicha
institución castellana como una forma de esclavitud encubierta de los indios
(1514).
Insistiendo
en la evangelización como única justificación de la presencia española en
América, propuso a la Corona reformar las Leyes de Indias, que en la práctica
se habían demostrado ineficaces para poner coto a los abusos. Las Casas
proponía suprimir la encomienda como forma de premiar a los colonos y
replantear la colonización del continente sobre la base de formar comunidades
mixtas de indígenas y campesinos castellanos (hacia una economía colonial más
agrícola que minera); para la isla de La Española, dado el hundimiento de la
población indígena y su supuesta incapacidad para el trabajo, proponía una
colonización enteramente castellana, reforzada con la importación de esclavos
negros africanos (cuya explotación consideraba legítima, en un exceso de celo
por proteger a los indios).
El acceso
al Trono de Carlos I permitió a Las Casas ser escuchado en la corte, de manera
que en 1520 la Corona le encargó un plan de colonización en Tierra Firme según
sus propuestas; pero el proyecto fracasó por la resistencia de los indios, las
represalias de los colonizadores y la mala selección del personal (se enrolaron
muchos participantes en el movimiento de las Comunidades de Castilla, huyendo
de la persecución consiguiente a su derrota); obligado a transigir en los
principios para obtener apoyos locales, acabó por desistir del empeño en 1522.
Por
entonces decidió ingresar en la orden dominicana (1523) por motivos religiosos
y estratégicos, pues dicha orden venía defendiendo la dignidad de los indios
desde el comienzo de la conquista, frente a los franciscanos (que sostenían el
punto de vista de los colonizadores). En 1537-38 dirigió otra empresa de
colonización en Guatemala, esta vez con más éxito, pues obtuvo el control del
territorio por medios pacíficos y desterró de allí la práctica de la encomienda
(aunque el tributo indígena que implantó en su lugar conducía muchas veces a la
servidumbre personal como forma de pago).
Las ideas
de Las Casas tuvieron eco en la metrópoli, donde hacia 1540 se desató el debate
sobre los títulos con los que España ejercía el dominio sobre las Indias. De la
misma época data la revisión de la legislación indiana, con la adopción de las
llamadas Leyes Nuevas (1542-43), en las que quedaron reflejados algunos puntos
de vista lascasianos: la consideración de los indios como hombres libres que no
podían ser esclavizados ni sometidos a trabajos penosos; y la prohibición de
crear nuevas encomiendas, disolviendo de inmediato las de eclesiásticos y
oficiales reales.
En 1543,
además, Las Casas fue nombrado obispo de Chiapas (México), aunque la hostilidad
de sus feligreses por sus rigurosas exigencias morales le hizo regresar a
Castilla en 1547 para no volver nunca. Una nueva controversia sostenida con
Ginés de Sepúlveda acerca de la licitud de la guerra contra infieles a los que
no se hubiera dado a conocer el Evangelio (1550) se plasmó en las Instrucciones
de 1556, que exigieron de los colonizadores
españoles una actitud pacífica y
misional hacia los pueblos de América aún no conquistados.
Desde 1551
hasta su muerte, Las Casas fue nombrado procurador de indios, con la misión de
transmitir a las autoridades las quejas de la población indígena de toda la
América española. Insatisfecho con lo logrado y dispuesto a seguir luchando (a
pesar de recibir una pensión vitalicia de la Corona), Las Casas publicó en 1552
una serie de escritos críticos, entre los que se incluía la Brevísima relación
de la destrucción de las Indias; en ella denunciaba los abusos de la
colonización española con una amplitud de miras incomprensible para su época,
pero con tal acritud que sería empleada con fines propagandísticos por los
enemigos de los Habsburgo, contribuyendo a engrosar la llamada «leyenda negra».
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