EL NOTABLE ESCRITOR
TAMBIÉN FUE UN GRAN BIÓGRAFO
Falleció Omar Prego Gadea, con 86
años de edad
Si bien cronológicamente
el egregio intelectual uruguayo puede ser incluido en la llamada Generación del
45, especialmente en su segunda promoción, su actividad se prolongó por varias
décadas, hasta la vejez, con gran productividad en los años 90.
Nacido en Cerro Colorado,
en el departamento de Florida, el 17 de junio de 1927, Prego dividió su fecunda
actividad intelectual entre el periodismo, la ficción y el ensayo, realizando
entre otros aportes investigaciones literarias de referencia.
Como periodista, escribió
en el histórico semanario "Marcha", entre 1952 y 1956, en el "El
Diario", entre 1962 y 1972), llegando a desempeñarse como jefe de
Redacción. Los años difíciles de la dictadura lo llevaron a vivir en Francia,
entre 1974 y 1987. Entre los cargos que ocupó, trabajó en la Agencia France
Presse, donde fue jefe del Servicio Latinoamericano. De regreso en Uruguay, fue
Director del semanario "Zeta" y miembro del Consejo Editorial de
"Cuadernos de Marcha", trabajando también en filas de la editorial
Trilce.
En el campo de la ficción,
Prego sobresalió tanto en la novela como en el relato breve. Entre su
literatura más breve destacan los libros Los dientes del viento, de 1969, Sólo
para exiliados (de 1987) y El sueño del justo (de 1998).
También al terreno de la
novela uruguaya el escritor hizo sus relevantes aportes, como en las obras
Último domicilio conocido (de 1990), Para sentencia (de 1994), Nunca segundas
muertes (1995), Delmira (1996) (también editada en España dos años después) e
Igual que una sombra (1998).
Su amistad con Juan Carlos
Onetti lo llevó a convertirlo en el objeto de varios de sus trabajos, además de
protagonizar numerosas anécdotas en dupla. Además de compartir la pasión por la
escritura y la literatura, ambos vivieron el exilio, hecho que los llevó a
fortalecer esa amistad. Se cuenta que una vez Prego le comentó a Onetti que
quería escribir una biografía sobre él, a lo que el autor de El Pozo contestó:
"¡Y yo qué tengo que ver con eso?"
Sobre Onetti, Prego
escribió, con María Angélica Petit, Juan Carlos Onetti o la salvación por la
escritura (Madrid, 1981) y Juan Carlos Onetti. Perfil de un solitario, en los
que lejos de ofrecer un enfoque netamente académico, ahonda en un vivo retrato
del escritor. Prego fue también coordinador del libro-homenaje, Miradas sobre
Onetti, de 1995.
Otro de los autores en que
Prego ahondó con su particular sensibilidad fue Julio Cortázar, sobre el que
publicó La fascinación de las palabras. Ganador de numerosos premios, varias de
sus obras alcanzaron éxitos editoriales, no siempre comunes en los trabajos
humanísticos.
Extraído de:
http://www.elpais.com.uy/
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