MAX ERNST,
EL
PINTOR DEL INFIERNO
Max Ernst nació en Brühl, Alemania, el 2 de abril de 1891
y murió en París el 1 de abril de 1976. Pintor y escultor, formó parte del
movimiento dadaísta de Colonia, aunque desde 1919 ya realizaba asociaciones en
sus obras que pueden considerarse surrealistas.
Ernst practicó diversas y originales técnicas pictóricas,
siempre dentro de la estética de lo absurdo y dictadas por el automatismo
característico del surrealismo. Empleó durante toda su vida el procedimiento
del collage, como en La mujer de cien cabezas (1929). Mediante
el balanceo de una lata de pintura agujereada experimentó la técnica del goteo,
claro antecedente del futuro dripping de Jackson Pollock.
También
usó el recurso de la decalcomanía, con el que duplicaba manchas de forma
simétrica, y el método del frottage, que consistía en la reproducción de
texturas, al pintar sobre un papel superpuesto a una superficie con relieves.
Con este procedimiento trabajó sus colecciones de Bosques y de
la Historia Natural entre 1926 y 1928. Gran parte de su
producción se caracteriza por una temática inquietante y por la aparición de
formas orgánicas y minerales que crean una atmósfera de pesadilla.
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