MARIANO FORTUNY, PINTOR DE
LA BURGUESÍA
Mariano
Fortuny nació en Reus, el 11 de junio de 1838 y murió en Roma el 21 de
noviembre de 1874. Estudió en Barcelona y fue alumno de Claudio Lorenzale. En
1857 obtuvo una beca para estudiar en Roma, donde estableció un taller y se
liberó de forma paulatina del lenguaje académico de su formación barcelonesa.
En 1860 marchó a África, a instancias de la Diputación
barcelonesa, para tomar apuntes de la campaña militar española. Su paleta se
orientó hacia tonalidades más sonoras y luminosas; se interesó asimismo por el
pintoresquismo árabe, que ocuparía desde entonces un lugar destacado en su obra
(La odalisca). El cambio de rumbo de su pintura, que excluía los grandes
formatos, y el aumento de su clientela le impidieron terminar el gran
lienzo La batalla de Tetuán.
Fueron decisivos sus dos viajes a Madrid en 1866 y en
1867: se dedicó a copiar en el Prado a Tiziano, Tintoretto, Velázquez y Goya; se casó con Cecilia, hija de Federico Madrazo; conoció
a Goupil, que sería su marchante hasta su muerte, y realizó obras como El
coleccionista de estampas, Fantasía sobre el Fausto de Gounod y La
vicaría, que supondrían el triunfo definitivo de su fulgurante carrera.
Expuesta en París, su obra dio origen a la moda del fortunyismo.
Tras diversos viajes, Fortuny se instaló en Portici, cerca de Nápoles (Desnudo
en la playa de Portici; Niños en el jardín japonés).
Con
Fortuny alcanza su más refinada expresión una corriente de la pintura romántica
que respondía al gusto de una alta burguesía que rechazaba el realismo de
Courbet y el impresionismo y que, por el contrario, apreciaba los temas
exóticos y el preciosismo. Dentro de estas limitaciones conceptuales, su obra
se distingue por la perfección de su factura y por la frescura del colorido. La
prematura muerte del artista truncó desarrollos en sentido impresionista que ya
parecen anunciarse en ciertas obras.
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