Antonio
Salieri nació en Legnano, actual Italia, el 18 de agosto de 1750 y
murió en Viena el 7 de mayo de 1825. Compositor y pedagogo italiano
que en su tiempo fue uno de los compositores más apreciados, pero
que en la actualidad es más conocido por su rivalidad con Mozart que
por su propia labor creativa. Rivalidad que llegó a tal extremo que
una leyenda surgida durante el Romanticismo le acusaba de haber
envenenado al genio de Salzburgo.
Salieri
se educó en Venecia, ciudad desde la que se trasladó a Viena en
1766 en compañía de Leopold Gassmann, su maestro desde ese momento.
Fue este compositor bohemio quien le introdujo en la corte austriaca,
al servicio de la cual iba a desarrollarse toda la carrera del
músico. En Viena se relacionó con Gluck, Scarlatti, Metastasio y
Calzabigi y se dio a conocer como autor de óperas cómicas en el
teatro de la corte. En 1771, con Armida, inició la ópera
seria. En 1774 sucedió a Gassmann como compositor cortesano. Entre
1778 y 1780 viajó por Italia, donde hizo representar algunas de sus
obras en diversas poblaciones del país. Vuelto a Viena, alcanzó uno
de sus mayores éxitos con la ópera alemana El
deshollinador.
En
1784 estrenó en París su obra maestra: la ópera Las
Danaides.
En ella, la clara vena melódica se funde admirablemente con un
fuerte dramatismo: arias, duetos, coros, intermedios, todo se sucede
en un sugestivo crescendo, en el que la música y el argumento se
funden en una conciencia de valores expresivos que anuncia ya, en
cierto sentido, al teatro romántico. En la primera representación
de Las
Danaides,
Salieri figuró como "colaborador" de Gluck,
pero en las representaciones siguientes, tras el gran éxito, el
maestro italiano se reveló como el único autor de la obra y su
nombre llegó al máximo de la fama.
Luego,
en Viena, llevó a la escena las composiciones cómicas La
gruta de Trofonio(1785) y Prima la musica e poi le
parole (1786). La primera de ellas fue una de las que
tuvieron mayor éxito en los escenarios vieneses de su época. La
obertura es indudablemente su mejor página: comprende los diversos
temas, comenzando por el de Trofonio cuando evoca los espíritus;
luego unos recitativos instrumentales alternan con movimientos de
tono juguetón campestre o de carácter grotescamente grave. Esta
obertura, importante por la riqueza de su elaboración en contraste
con lo que era usual en su época, sólo es comparable por su madurez
de forma con las de las últimas óperas mozartianas. En cambio, es
inferior el valor musical de los dos actos.
Durante
el período 1788-1824 desempeñó en la corte austríaca el cargo del
maestro de capilla. Por aquel entonces desarrolló asimismo una
importante actividad didáctica; entre sus discípulos
figuraron Beethoven, Schubert y Liszt.
De sus restantes óperas merecen citarse Le
donne letterate (1770), Don
Chisciotte(1770), L’Europa
riconosciuta (1778), Tarare (1787)
y Falstaff (1799).
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