sábado, 16 de abril de 2016

España recupera a sus Truman Capote



Periodistas como Ramón J. Sender se adelantaron años a 'A sangre fría'. Varios libros rescatan hoy sus artículos.

La editorial
 Libros del Asteroide recopila ahora los reportajes que Sender (1901-1982) remitió desde aquel campo andaluz sembrado con hambre, miedo y represión. Viaje a la aldea del crimen.Documental de Casas Viejas es reporterismo crudo, enriquecido con el habla popular y donde el narrador a veces participa de la acción. Tres herramientas que el Nuevo Periodismo estadounidense presentaría como propias en los 60.«El olor de maderas quemadas sucedió el de la carne [...] Cuatro hombres y una mujer ardían vivos bajo la hoguera», escribió Ramón J. Sender a finales de enero de 1933. El periodista y novelista se encontraba en la aldea de Casas Viejas (Cádiz) para reconstruir una matanza. Veinticinco personas habían sido ejecutadas allí tras el intento de asalto de jornaleros anarquistas al cuartel de laGuardia Civil. Sender, enviado especial del diario La Libertad, no presenció los hechos. Pero los investigó a fondo y empezó a informar como si se estuvieran produciendo en tiempo real. Lo mismo que tres décadas más tarde hizo Truman Capote en A sangre fría (1966).
¿Puede releerse Viaje a la aldea del crimen en clave histórica -la matanza de Casas Viejas como anticipo de la Guerra Civil- y desmitificadora? ¿Hubo en España otros pioneros que incorporaron recursos de la literatura de ficción al periodismo de las cinco uves dobles? Sí a todo.
Al igual que Sender, Manuel Chaves Nogales puso prosa vibrante a acontecimientos trágicos y se empotró en el relato. En A sangre y fuego (1937), su obra más importante, este sevillano que acabó muriendo en el exilio presenta 11 historias inspiradas en sucesos reales vividos de cerca. Las tecleó mientras sus compatriotas se masacraban y aparecieron por entregas en periódicos y revistas. Una fórmula, la serialización, que ya había empleado Sender para dar cuenta de la masacre del sindicalista Seisdedos y sus paisanos... y Capote para novelizar el asesinato de la familia Clutter.
Testigos directos del auge de los totalitarismos y el estallido de la I Guerra Mundial fueron Agustí Calvet PascualGaziel (desde París y los Balcanes); Augusto Assía (desde Inglaterra tras su expulsión de la Alemania nazi); y Eugenio Xammar (desde Berlín). Los tres corresponsales, que deslizaban en sus crónicas opiniones y experiencias personales, todo muy nuevoperiodístico, tuvieron que esperar al cambio de siglo para ser reivindicados.
También en América Latina hubo títulos que se anticiparon a A sangre fría. El argentino Rodolfo Walsh publicó nueve años antes Operación Masacre, una recreación casi detectivesca de un golpe de Estado que acabó en fracaso y fusilamientos. Y Relato de un náufrago se pudo seguir durante 20 días consecutivos en El Espectador colombiano en 1955. Su autor era un periodista treintañero: Gabriel García Márquez.
Viaje a la aldea del crimen reúne los reportajes que Sender escribió desde Casas Viejas.
- Once relatos de la Guerra Civil integran A sangre y fuego, de Chaves Nogales.
Crónicas desde Berlín, de Xammar, dan cuenta del ascenso del nazismo.
De París a Monastir es el viaje de Gaziel a los Balcanes durante la I Guerra Mundial.

Extraído de: http://www.elmundo.es/

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