Todo lo que
pasa ya pasó
Roberto Sari Torres
El tornado
es un viento que rota entre 200 y 300 kilómetros por hora,
un F3. Este fenómeno fue
causa directa de cinco
fallecidos y un tercio urbano de la ciudad de
Dolores destruida. Registré
que el paso del F3 sobre
los barrios Calvo y
Altos de Dolores
duró 3 minutos:
de las 16,14hs. hasta las
16,17hs. El diámetro del
remolino tuvo aquí entre 300 a
500metros. Después vino
calmo y silencioso… un imponente silencio, comparado
con el abrumador rugido del viento un instante antes…
Un insoportable sentimiento
de tragedia y
de máxima destrucción cayó sobre mi y
los demás. La casa paterna
fue aplastada y en ella un pedazo de
pared aplastó a mi
hermana, la que
pocas horas después falleciera
en el Hospital de Fray
Bentos. El dolor
de ausencia, por su
muerte quedó atado a
la memoria del trágico
15 de abril, en Dolores del
año 2016. Pero siento ahora
que debo en
mi este rumbo de
colisión con la tristeza y volver a
la ruta con
el realismo, enfrentarlo
y explicármelo sin
intervención de ninguna
teoría rara. Pongo mi
barco en rumbo
para aquellos lados
de aguas tranquilas para
que no se pierdan ni
se hundan los
Hombres entre los sargazos de
la flagelación…o una autoflagelación
constante , aguda y amarga hasta casi no poder más continuar.
Las localías y
particularidades del mundo
tierra tiene naturalmente
complejas interacciones
marcando con su
trágica evidencia el
número de víctimas,
la magnitud de la destrucción,
la huella ambiental confusa
negativa para el
futuro… y la
desolación y la tristeza que a
todos nos alcanzó.
Pero bien sabemos
que ahora que
todo depende de
cuán fuerte se
construyan las casas, como
defensa y protección de la
vida humana contra
cualquier tipo de
agresión sorpresiva, como
la de un tornado
F3. Sólo el
hormigón, como estructura principal,
tiene esa capacidad
defensiva.
Los vientos, granizadas y
lluvias copiosas siempre atacan desde el Oeste
y Suroeste como
bien ese cuadrante de tempestad. Así fue hace
como 25 años (o
más) cuando un tornado
torció como si fuera alambre las
torres de UTE en los campos entre arroyo
Magallanes y Bizcocho (costado Este de ruta
21). Fueron días
de crisis de
energía eléctrica y de
suministro de agua potable, y que
aún se
recuerda.
Si tomamos nota
de lo que nos enseñó con su
mal genio el F3
del 2016, ninguna furia o enigma del
futuro sorprenderá otra
vez a Dolores.
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