Haikus mestizo
( Así me lo transmitió M.Benedetti)
La entrerrisa,
misteriosa prudencia,
nace y se mueve.
El sabio chino,
que lo ve todo rosa,
no dice nada.
La pequeña risa,
la pequeña llamita,
sonríe y canta.
En sus entrañas,
la vida crece y crece,
En cambio ríe
porque en la noche vino
supeoresnada.
Y un beso trajo
entre risas y llantos
y fue quedando.
La sed se apaga,
mas el amor se afianza
con la esperanza.
Y llegaron lágrimas
y silencios profundos,
a cal y canto.
Wilson Armas Castro
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