sábado, 5 de marzo de 2011

Ediles piden ampliar información sobre falta de apoyo a trabajos de exploración arqueológica en “El Perdido”

  • Quedan sitios por excavar pero “acá la propiedad privada es más fuerte que el patrimonio”, se quejó Gascué, el arqueólogo al frente del proyecto.

Aldo Roque Difilippo


La Comisión de Cultura y Deportes de la Junta Departamental pidió ampliar información sobre  el expediente donde  nuestro compañero, el ex edil Roberto Sari Torres planteaba la inquietud por la falta de recursos existentes para profundizar en la investigación arqueológica en “El Perdido”. Como se recordará en el 2006 y 2007 un grupo de arqueólogos comandados por Andrés Guascué realizó algunas exploraciones y excavaciones en la zona de “El Perdido”, especialmente en sitios junto a Arroyo Grande donde se detectó presencia de asentamientos humanos prehistóricos. Un hecho relevante ya que supone la evidencia de presencia humana en la zona, anterior a la que se creía. Las excavaciones se enmarcaban en  el proyecto “Estudio del Poblamiento temprano de la región central del Uruguay” y que involucraba ocho puntos entre Flores y  Soriano.
En setiembre de 2007 el arqueólogo Andrés Guascué  en una nota realizada por Centenario se quejaba de la falta de apoyo económico por parte del Estado para continuar con estos trabajos de investigación. Algo que motivó el inicio de un expediente en la Junta Departamental de Soriano a pedido del ex edil Roberto Sari Torres, quien pidió que se investigara este caso y los motivos de la falta de apoyo económico, basándose en la importancia que podría significar para futuras investigaciones determinar si hubo o no presencia humana en esta zona del país, mucho antes incluso de lo que se suponía. Además de la importancia que significa el hallazgo propiamente dicho de las piezas arqueológicas.
Este expediente quedó a estudio de la Comisión de Cultura y Deporte de la Junta Departamental de Soriano que en tres años no adoptó ninguna resolución. El producirse el cambio de autoridades en el legislativo, a mediados del año pasado, el  expediente quedó sin ser tratado. Ahora al iniciar el año legislativo los ediles volvieron a estudiarlo sin llegar a ninguna determinación.
En la reunión realizada el pasado lunes la mencionada comisión de ediles pidió ampliar la información sobre este expediente que ya lleva casi cuatro años de presentado.

Completar el inventario
El Arqueólogo Andrés Gascué, en diálogo con HUM BRAL comentó que el proyecto se ejecutó, aunque “siempre se puede profundizar”. Acotando “el gran tema ahí es la forestación, porque por ejemplo hay unas canteras, sitios arqueológicos importantes que están en la Estancia “El Mirador” que ahora no se ve nada, y encima lo rompieron porque cuando forestan pasan un pico y rompen la piedra para plantar el eucalipto. Eso es el principal problema, es complicado conciliar las dos cosas”.  Más adelante el arqueólogo agregó  “en lo que no excavamos en esa zona fue porque no  hice  ningún hallazgo de sitios que diera como para excavar, porque la mayoría eran sitios superficiales,  con muy poco material”. Aunque  “profundizar se puede porque hubo lugares donde yo no pude llegar”, y estaría “bueno para completar el inventario de sitios arqueológicos” para saber cuál es el patrimonio arqueológico de la zona. “Yo hice unas cartas arqueológicas, pero por ejemplo en “La Margarita” no me dejaron entrar. Hubo un par de campos que tuve problemas para entrar porque es propiedad privada, y aunque iba con la carta del Ministerio de Educación y Cultura, y de la Junta Departamental, acá la propiedad privada es más fuerte que el patrimonio”.
Gascué comentó que de la investigación realizada “encontramos alguna evidencia, por elementos que son diagnósticos, como puntas de proyectil, que son características de los primeros pobladores de Sudamérica. En Cuchilla del Perdido, en el paraje Quintela, encontré  piezas que están fechadas en 14 mil y 10 mil años. Eso está en las publicaciones que hice, y en los informes donde planteo un modelo de cómo se desplazaban los grupos, y cómo ocupaban  el paisaje con respecto a los campamentos base. Seguramente estaban sobre el río Negro, porque era la zona más productiva en  caza, pesca, madera, agua; y  cómo se desplazaban por Arroyo Grande y El Perdido para aprovisionarse de recursos minerales para tallar. Porque ellos hacían todos sus instrumentos de piedra, y encontré canteras, sitios talleres, o sea donde ellos estaban produciendo los artefactos”.

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