viernes, 24 de febrero de 2012

Editorial


Aldo Roque Difilippo 

Carnaval, fiesta pagana, criticada por los excesos que en su nombre se han cometido es, sin lugar a dudas, una de las claves culturales de los rioplantenses. En Uruguay, Argentina y Brasil, fundamentalmente, el Carnaval con sus particularidades locales se festeja casi como un pretexto donde es exterioriza la alegría y mientras dura la algarabía se borran las barreras sociales mezclando a los que más tienen con las clases económicamente menos pudientes.
Una celebración que en América se remonta a los antecedentes europeos, pero en esta mixtura particular de nuestro continente que supo su combinar a todas las culturas que se afincaron. Es así que el tambor africano, dependiendo de la zona geográfica donde se encontraran sus descendientes, se modificó y adquirió nuevos ritmos y entonaciones, combinándose con las formas de expresión europeas de casi todas las regiones. Por eso no es raro que aparecieran y sigan apareciendo en las diferentes agrupaciones de las carnestolendas, entre tambores, pandeiros, maracas y un sinnúmero de instrumentos de percusión, la guitarra y todas sus deformaciones americanas, flautas, cornetines, acordeones y una enormidad de instrumentos.
A continuación, ofrecemos apenas una brevísima reseña de artículos que intentan aportar a la reflexión sobre esta fiesta popular.

2 comentarios:

Charo Saez dijo...

Tengo 68 años...y, aunque no se crea por algun lector adolescente,alguna vez tuve 13...14.En esos años juveniles mios y mucho más en los anteriores,los de la niñez, vi y participé de los carnavales con corsos multitudinarios en la Rambla mercedaria , en los barrios, Tablados en circuitos que tomaban toda la ciudad, murgas desfilando en la siesta popular,gente que se disfrazaba en patotas, y célebres bailes de máscaras con los famosos "Asaltos".Tantas serpentinas que los carros alegóricos no podían avanzar atascadas sus ruedas con el papel,verdadera asamblea celulósica de lombrices encintadas.Toneladas de papelitos multicolores se recogían al día siguiente por los municipales.Pirotecnias y diseños
lumínicos.Después fue mermando todo y despareció lo más característico de la festividad ,extinguida para siempre.
Hoy todo se reduce,por lo menos en Mercedes,al Concurso del estadio Koster.Nada más.¿Qué pasó? Que todo el año es "carnaval", sin ningún empleo de lenguaje metafórico porque se comercializó la recreación que como empresa formal debe funcionar todo el año, sea con bailes, juegos, paseos,viajes,etc. Ese fenómeno empresarial financiero -muy aceitado por los "mass media" de la comunicación electrónica- se tragó la fiesta de Momo y al propio mes de febrero "bacanal"en aquella intensa pero exigua semana de carne-vale.
Mienten a cara è pichicho las murgas en sus letras cuando cantan
hoy sobre "papelitos y serpentinas"y la serial tonta de lugares comunes dichos como si fuesen contemporáneos, siendo, en verdad, sucesos preteritos y fenecidos ¿Qué paso? Ahí esta la Sociologia para explicarlo o la Antropolgia Cultural en forma más sapiente y académica.Pero eso sí:Cambiemos la palabra por mera consideracion de ser convictos y confesos de un mínima etica nominativa de lo vulgar:Una cosa fue el "carnaval" auténtico de cinco décadas atrás, cuando entonces ya se le dio la extrema unción y otra muy diferente esto que asi se le prosigue llamando desde el almanaque calendario.Que no es.Murió.

Edgar Cadiac dijo...

Charo, aunque soy una decada mas joven, tube la oportunidad de ver parte de todo lo que expresas.
La gran pregunta... que paso..? y la gran respuesta sigue ausente; y dificilmente podremos aceptar las explicaciones de sociologos o antroplogos, que sin duda no nos convenceran...
Alla por el 74, y sobre este tema escribi una nota en la prensa mercedaria, "El Carnaval no ha mueto, se ha transformado" la cual seguramente no escribria otra vez en los mismos terminos.
Pero sin duda hay algo de metamorfosis, de trasnmutacion, de transformacion de esta fiesta popular que sin duda, como muchisimas cosas mas, ya no es lo que fue... ni, lo sera jamas.