Julio Ricci (1920-1995) es uno de los
escritores nacionales injustamente olvidados. Sus libros actualmente no son
reeditados siendo conocidos apenas por
un círculo de eruditos. Durante la década de los años 80 y 90 su labor no
solamente se centró en la creación literaria, sino en la de editor y difusor de
diferentes autores.
A él le debemos en gran parte la
difusión y consideración de la obra de L.S. Garini (Héctor Urdangarín) escritor
mercedario que de no haber sido por la
insistencia de Ricci en editar su obra,
hubiera sucumbido en el olvido.
Amigo personal de Wilson Armas, y de
otro recordado mercedario, Domingo Bordoli, profesor de literatura y crítico que
firmaba sus trabajos bajo el seudónimo de Luis Catelli.
A Ricci lo conocimos esporádicamente en
una velada en la que coincidimos en Montevideo en casa de Wilson Armas. Hombre
con una prosa por demás atractiva y particular.
En esta edición compartimos con los
lectores de HUM BRAL una nota de
Wilfredo Penco, publicada en el semanario Brecha a poco de su muerte, y un
interesante artículo de Wilson Armas, que reflexiona sobre la
creación y el mundo literario de Julio Ricci, y en Biblioteca HUM BRAL incluimos una selección de sus relatos,
esperando contribuir en algo a evitar ese injusto olvido a que está sometida actualmente su obra, y
fundamentalmente sus empeños por la difusión
literaria.
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