Carlos Aguilera:
“Le
debo la vida a
Ricardo Blanco”
Aldo Roque Difilippo
Carlos Aguilera |
Carlos Aguilera, carpintero,
lustrador de muebles nos cuenta cómo fue detenido, encarcelado y torturado
junto a Ricardo Blanco. En 1978 Aguilera trabaja en el almacén que Ricardo Blanco
instaló en Montevideo. Los dos fueron detenidos juntos, en el mismo operativo,
por un individuo corpulento, “con voz de mando” y bigote espeso que llegó con
los datos precisos a detenerlos. Así, a cara descubierta, fueron subidos a una
camioneta y a pocas cuadras encapuchados hasta llegar al lugar donde fueron
torturados.
Al rememorar esa dramática
situación Aguilera aclaró “yo le debo la vida a Ricardo Blanco” ya que
“dijo no
él no tiene información, no lo golpeen”.
Ricardo Blanco |
A 34 años del hecho Carlos Aguilera dialogó con HUM BRAL en la celebración del 1 de
Mayo donde se rindió homenaje a Ricardo Blanco, cuyos restos fueron
recientemente identificados en una tumba clandestina en el Batallón 14. Blanco y Aguilera se conocían “de vista” en
Mercedes. “Yo conocía su trayectoria como sindicalista y como trabajador de
UTE” nos dijo. “Después, en 1977 él me apalabró para realizar algunos trabajos
de apoyo”. Ricardo Blanco “iba a poner un almacén y precisaba una persona que
lo atendiera. Me encargó esa tarea que no estaba relacionada con la actividad
política” como “persona de confianza” y allá partieron los dos, rumbo a
Montevideo donde montaron ese negocio. Aguilera consiguió la garantía económica
que permitió instalar el almacén. Políticamente Aguilera provenía de “de la
juventud de Zelmar Michelini”, algo que a Blanco le daba la suficiente
confianza como para emplearlo y encomendarle algunas tareas “más bien de apoyo
social” mientras él alternaba esa actividad comercial con sus tareas políticas.
“Estaba formando un frente antifacista, con la colaboración de mucha gente
independiente o de izquierda”.
¿Cuándo
fue detenido usted?
-El 15 de enero de 1978.
¿Junto
con Ricardo Blanco?
-Si.
Corresponde
entonces a ese relato que se ha repetido, que fueron a buscarlo al almacén, y
le dieron la cédula.
-Si.
¿Cómo
fue?
-La verdad que no recuerdo
mucho los detalles. Yo alcancé a ver la cara
de las personas que nos
detuvieron, pero como nunca se hizo un juicio… capaz que yo hubiera declarado.
Lo menos que puedo hacer es atestiguar que fui detenido, incluso que estuve en
compañía de él en el momento de tortura.
Yo comprobé que lo
torturaron al lado mío. Eso lo dije hace
poco al juez por el caso de Julio Castro.
¿Usted
pudo identificar a qué lugar los llevaron?
-En todo momento yo tuve capucha.
Daba la impresión que era un lugar un
poco silencioso, y según Gallero (Ángel)
-1- había alguna escalera. Ese detalle
no puedo precisarlo.
¿Salen
a cara descubierta del almacén?
Si. Nos encapuchan a las pocas
cuadras.
¿En
los interrogatorios sobre qué le preguntaban?
-Yo quiero aclarar que le debo
la vida a Ricardo Blanco. Porque lo primero que dijo (fue), ‘él no tiene información, no lo
golpeen’. Él me salvó separándome de la cuestión política. Él me separó para
protegerme, porque yo estaba como una
tarea de apoyo en el almacén. Estaba para trabajar y todo eso, pero el trató de
que ellos creyeran que yo no era más importante que el trabajo que había hecho.
La última
vez que Ricardo Blanco vino a Mercedes
fue para el cumpleaños de 15 de su hija. El 11 de enero de 1978, cuatro días
después lo detuvieron. ¿Ud. cree que alguien lo vendió?
-A veces uno subestima las tareas de inteligencia. Pienso
que Ricardo puede haber subestimado. De
repente ellos ya lo tenían controlado y lo dejaron que avanzara.
A mi siempre me costaba
entender la forma que lo detuvieron. Vinieron derecho a él, y pienso que ahí
mismo en el almacén le encontraron elementos…
¿Y en
el almacén que podía tener?
-Me parece que había un zótano.
Lo que recuerdo es un gesto de él, que nunca olvidaré, porque miró para arriba
como buscando una explicación. Una cosa
como cuando vos cometés un error. Puede ser que el tuviera mucha documentación. Seguro que el silencio de él cubría a mucha
gente, porque otra cosa para agregar de
los interrogatorios, cuando el verdugo le pegaba que fue el mismo que nos
detuvo. Un tipo pesado, grande, con voz de mando gruesa. Era la misma voz que
le pegaba. Le decía a Blanco, hacelo por tu familia.
Ricardo murió en la ley que él
creía, que no podía delatar gente.
Ud.
dice que identificó al que lo torturaba. Gallero identifica gente de Mercedes
en algunas sesiones de tortura.
-Con gallero estuvimos después.
Él cayó después.
¿Ud.
pudo identificar algún personaje de Mercedes?
-No porque sabe, me parece que
a mi me separaron. Aparte Gallero era
una persona que estaba en la militancia
entonces saca cosas, porque ya conocía. Cosa que yo estaba en un estado de menos implicancia.
Yo aporto muy poco. El que nos
detuvo, si lo viera, pienso que lo reconocería, que es la persona que me parece que ultimó a golpes a Ricardo. Le dije
al Juez que sentía el golpe en la carne,
y lo sentía al lado mío, a dos metros. Fue
una tortura sicológica, porque ellos al
saber que no tenía conocimiento de cosas…
Hasta que fuimos al 13 (Batallón), y
después fuimos a La Tablada. Ahí alcancé a ver un
patio.
(Después) nos separaron. Ya no
sentí mas las voz de Gallero, ni de la de Blanco, que pobrecito lo último que
escuché fueron los quejidos.
¿Cuánto
tiempo estuvo preso?
-No alcancé a los tres años.
¿A
dónde lo llevaron después?
-Un año y medio entre el 13
(Batallón) y Peñarol. Después a Libertad (el establecimiento Penal).
¿Y
bajo qué cargos?
-Asistencia al militante. Por eso me dieron menos.
Le
dieron menos pena pero recibió los mismos castigos.
-¡Ah, si! Pero soy honesto, a
mi apremios físicos no me dieron mas
que picanazos, algunos golpes,
plantones y después la tortura sicológica.
Venía uno y me hablaba y el otro también…
Pero me lo dieron, lógico
estás metido en el lío y tenés que ver, me lo dieron por eso pero ellos sabían que yo no tenía información
¿En
ese recorrido en su detención reconoció algún militar de Mercedes?
-No. Yo tenia conocimiento de
nombres que hasta ahora los tengo, pero ya estaban quemados en Mercedes.
Una persona que se murió, por
eso no voy a hablar, cuando salí de la
cana me dijo: fulano de tal estuvo en la
máquina tuya. No quiero dar nombres porque esa persona se murió, pero había
sido compañero mío en Olímpico, yo jugué algunos años en Olímpico.
De repente me ponían la luz en
la cara y me preguntaban cosas, pero había uno que decía éste no es, se ve que
era de Mercedes.
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-1- Ver edición especial de HUM BRAL, donde recogemos el testimonio
de Ángel Gallero, mercedario quien aportó detalles de la detención y tortura
sufrida por Ricardo Blanco y otros
detenidos, algunos de ellos todavía desaparecidos.
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