Una Empresa que formó parte del paisaje de las rutas del
Uruguay
Su historia se remonta al 25 de
noviembre de 1925, fecha en la cual Eloy Guillermo Perazza se sentó al volante
de su Ford T carrozado para ocho pasajeros, con un objetivo muy claro; iniciar
viajes que unieron Colonia con Montevideo, para competir con los ferrocarriles
ingleses. En ese mismo año Uruguay celebraba el centenario de la Asamblea de la Florida , y en todo el país
comenzaban a vislumbrarse síntomas de prosperidad económica. Los “años locos”
traían consigo cambios en los hábitos, costumbres y modas. El optimismo reinaba
en la mentalidad de una sociedad que emprendía diversos proyectos, muchos de
ellos utópicos y arriesgados como el de Perazza.
Otro de los fenómenos que se
vivía en la época era la constante visita de turistas argentinos que viajaban a
Colonia a visitar la Plaza
de Toros, el frontón de pelota, y las diversas bellezas naturales del
departamento. Este flujo provocó que surgiera un conjunto de empresarios
omnibuseros independientes, cuya competencia por obtener pasaje podía llegar
hasta la violencia física. La intervención del entonces Presidente de la República , Gabriel
Terra, fue fundamental para poner fin a esas disputas y unificar los servicios.
Es así como finalmente nace
ONDA. En octubre de 1935, la mayoría de los concesionarios de los servicios de
transporte de pasajeros de la línea Montevideo/Colonia, creó la Organización Nacional
de Autobuses (ONDA). En sus comienzos fue una Cooperativa que repartía los
dividendos en base al kilometraje realizado por cada uno de sus integrantes. Su
primer Presidente fue Don Juan Bomio, un hombre enérgico y emprendedor; él
mismo recorría las carreteras en su coche deteniendo los ómnibus de la Empresa y realizando
severas inspecciones.
Dada la posición geopolítica
del Uruguay, para Juan Bomio las
comunicaciones tenían una importancia vital. Uno de sus primeros objetivos fue
crear una organización moderna, al estilo norteamericano, ya que en aquel
entonces existían algunos sistemas de trueque para viajar, donde los pasajes se
podían canjear por huevos, pollos, gallinas, o frutas.
Las primeras unidades de la
cooperativa fueron camiones Ford y Chevrolet, carrozados para 18 o veinte
pasajeros por la Empresa
Casal y Bals. Mas adelante importaron de Alemania e
Inglaterra tres ómnibus grandes; un Mercedes Benz con motor frontal para 40 pasajeros, y dos ACLO. En 1947 se
importó de Estados Unidos el primer ómnibus GMC, que no tenía chasis y llevaba
el motor atrás. Su estructura era como el fuselaje de un avión y tenía las
bodegas abajo en lugar de la clásica “baca”. Costó $ 37.600 de la época; fue el
número 161, tenía 37 asientos, y el pueblo lo bautizó como “la ola marina”, un
tema musical de moda por entonces.
“La ONDA ” –como se la solía
llamar- unía culturas y realidades. Para muchos habitantes del interior del
país, la llegada de “la ONDA ”
representaba una de las salidas familiares. Generalmente el establecimiento de la ONDA estaba ubicado en torno
a las plazas principales, y su arribo se convertía en el comentario del pueblo.
A partir de la década del ´70 las cosas comenzaron a cambiar, surgieron
algunos obstáculos que se interponían en las importaciones de unidades,
concesiones de líneas y otro tipo de medidas que empezaban a restarle capacidad
al servicio.
Luego se sumó el fin del “boom”
de la construcción en la década del ´80, lo que obligó a ONDA a reducir los
servicios a la zona Este ante la caída abrupta de la venta de pasajes, y el
envío al Seguro de Desempleo de buena parte de sus trabajadores. A su vez, la
ruptura de “la tablita” (control del precio del dólar por parte del Estado), en
1982 agregó otro ingrediente de zozobra a las finanzas de la Empresa.
ONDA aún recorría el país, las
gente podía ver llegar y partir “el galgo” de las plazas, pero éste ya estaba
herido de muerte. En junio de 1991, tras 56 años de existencia, el edificio de
ONDA en la Plaza
Cagancha de Montevideo, se convirtió en historia.
Fuente: Almanaque 2007 BSE :Junta
Departamental de Mdeo. Ministerio de Turismo y
Deportes.
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