Apuntes de Pintura
La influencia parisina en la pintura
mudial
Ángel Juárez Masares
A principios de 1900 el arte europeo
había llegado a una fase cuya descripción mejor es la frase francesa reculer pour mieux sauter. No hubo
señales de retirada, pero se produjo una pausa. Maurice Denis pintó el hommage á Cézanne, actualmente en el
Musée d´art Moderne de París. Muestra
–entre otros- a Bonnard, Vuillard, Redon, Roussel, Sérousier, y el mismo Denis
congregados en torno al hombre que reconocen como su maestro. En el mismo año,
Gauguin se retiró a su destierro final –Las Marquesas- donde moriría tres años
después en la miseria. Van Gogh y Seurat habían muerto y Toulouse Lautrec
estaba agonizando; Degas se estaba quedando ciego, y aunque Monet iba todavía a
pintar una serie de cuadros de gran importancia para el futuro, sus estanques y
nenúfares, también estaba amenazado por la ceguera. Renoir era, igualmente, un
hombre enfermo, aunque en los diecinueve años que le quedaban iba a pintar
algunas de sus mejores obras.
A pesar de esta aparente detención del
movimiento, se había establecido una posición de la que no cabía retirarse, y
lo que se había logrado era tan deslumbrante en su gloria que todos los jóvenes
artistas de Europa y América se volvían hacia París con ansia verdadera. En la
gran exposición mundial que se celebró en París en 1900, los impresionistas y
postimpresionistas habían sido admitidos en gran número y, si bien el público
distaba aún de aceptarlos plenamente, ya tenían fama mundial.
Los jóvenes artistas llegaban a París
desde todas las direcciones. Durante los primeros diez años, prácticamente
todos los artistas llamados a convertirse en jefes de nuevos movimientos en el
nuevo siglo visitaron París y muchos de ellos de quedaron allí. Algunos de
ellos habían nacido en París y sus proximidades –Rouault, Picabia, Delauny,
Utrillo, Derain, y Vlaminck- otros artistas franceses llegaron a la capital
desde las provincias: Braque y Leger en 1900, Arp, y Marcel Duchamp en 1904.
Picasso se presentó en París por primera vez en 1900, y pronto volvió para
quedarse. Brancusi llegó por vía Munich en 1904, Archipenko en 1908, Chagall en
1910. Kandinsky fue a París en 1902, y luego en 1906/7; Klee en 1905: Juan Gris
llegó y se instaló en 1906. Desde Alemania, Nolde llegó en 1899, Paula
Moderson-Becker en 1900, y Franz Marc en 1903. De Italia acudieron, Carrá en
1900, Boccioni en 1902, Severini y Modigliani en 1906. Hasta de Estados Unidos
llegó en 1905 un artista precursor, John Marin; en el mismo año, Max Weber
salió de París y estableció un puesto avanzado del nuevo movimiento en Nueva
York.
Recordemos que al mismo tiempo se estaba
produciendo otra concentración de fuerzas en Munich, de alguna manera liderados
por Lovis Corinth y Max Slevogt, que provocó
-junto a la fama de ciudad académica- la llegada de artistas jóvenes,
como Wassily Kandinsky, Alexei Jawlensky, Naum Gabo, y Paul Klee. Si bien
Munich estaba atento a lo que sucedía en París, lka capital bávara irradiaba un
espíritu mas filosófico, sumando al arte la práctica de elementos teóricos.
En París, los pintores que reaccionaron
contra el impresionismo fueron llamados les fauves (las fieras), un nombre que
utilizó primeramente el crítico Louis Vauxcelles como una ocurrencia en la
época del Salón de Otoño de 1905. El nombre era adecuado, porque los medios
utilizados por estos pintores era decididamente violentos. Eran, en realidad, pintores
expresionistas, y si bien el resultado final de cada movimiento iba a ser muy
diferente, hubo durante algún tiempo un estrecho paralelismo entre los
desarrollos concurrentes de París y en Alemania (especialmente los de Munich).
Pero las paralelas, conviene recordarlo, tienen distintos puntos de partida y
jamás se encuentran.
2 comentarios:
Muy buena sintesis del "arranque del 900, en Paris" es asombroso como esa ciudad se transformo en una especie de receptaculo de casi toso los pintores del mundo.
Hace unas semanas que viste Paris y sus museos, sus calles y edificios y todo Paris todabia transmuta una sensacion intanginble que nos trasporta a lo esencial del arte uy la pintura en especial.
DONATELLO ENTRE LAS FIERAS (LES FAUVES). En la Sala donde se ubicaron en aquel Salón de Otoño las nuevas corrientes post impresionistas, había alguna escultura adornando del renacentista Donatello...y en el irónico desprecio,el ácido crítico lanzó su luego célebre, por la anecdotario, bautismo de "¡Oh! Donatello entre las fieras".Suficiente para nominar así,con tal designación de fieras (fauves) el Movimiento.
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