viernes, 28 de septiembre de 2012


LA CIVILIZACIÓN MAYA Y LO POCO QUE SABEMOS DE ELLA
 
 
Proyectándose hacia el norte sobre el Golfo de México se encuentra la Península de Yucatán, el sitio donde desde el siglo IV al XVI de la era cristiana, floreció la mas brillante civilización del Nuevo Mundo. Esta área, húmeda y tropical en su mayor parte, contrasta con los climas en que se desarrolló nuestra civilización. Los actuales pobladores de la península, escasos y atrasados, hacen patentes los cambios que se han sucedido desde la época en que esta región fue el centro cultural de las Américas. La región en que se desarrolló la civilización maya es la que abarcan hoy día los Estados de Yucatán, Campeche, y Tabasco, la mitad oriental de Chiapas y el Territorio de Quintana Roo, en la República Mexicana; el Departamento del Petén y las tierras altas adyacentes por el lado del sur, en la República de Guatemala; la sección occidental de la República de Honduras, y todo Belice, u Honduras Británica. En total, unos 325.000 kilómetros cuadrados, o dicho de otro modo, el territorio que ocupan las cuatro Repúblicas centroamericanas de El Salvador, Honduras, Nicaragua, y Costa Rica.
Comparando las bases de subsistencia de otras civilizaciones evolucionadas, las técnicas de los mayas eran casi primitivas. Aparentemente el metal no se conoció hasta la Época Postclásica. Los mayas emplearon la piedra para todo, desde cortar las losas para las estelas y hacer los bloques, hasta para ejecutar la escultura mas delicada. Desconocían el principio de la rueda; no tenían vehículos de ninguna especie, y tampoco disponían de animales domésticos –salvo el perro- de los cuales servirse.
Sin embargo los mayas desarrollaron otros rasgos culturales a un grado de complejidad y elaboración nunca igualado por ninguna civilización primitiva del Nuevo Mundo. La característica principal de su arquitectura se encuentra en el interés por la decoración delicada y compleja, mas que en el tamaño.
El arte gráfico estaba también muy desarrollado. Las esculturas tienden a ser demasiado formales y estilizadas, y los dibujos demasiado complejos para el gusto moderno, pese al esmero innegable con que fueron ejecutados. Las figuras en la cerámica están elaboradas libremente y sin tanta formalidad, y muchos dibujos –como las figuras murales de Bonampak- están hechas con un naturalismo que el arte europeo occidental no alcanzó sino varios siglos mas tarde.
De todas maneras la característica mas notable de esta civilización fueron sus conquistas en los campos abstractos de la inteligencia, como la escritura, la astronomía, el desarrollo de las matemáticas, y el sistema calendárico. De todas las civilizaciones del Nuevo Mundo, solo los mayas tuvieron un verdadero sistema de escritura, en las que los caracteres ya no son meramente pictogramas o figuras mnemotécnicas. Durante mucho tiempo se pensó que la escritura jeroglífica maya era completamente ideográfica, pero estudios recientes indican que muchos de los elementos de los jeroglíficos pueden ser silábicos. Se encontraba entonces ya en el proceso de convertirse en un sistema fonético, al pasar sus símbolos a representar sonidos, mas que objetos o ideas.
Desafortunadamente, una gran parte de la escritura maya permanece aún sin descifrar, y aquellas partes que han podido ser descifradas proporcionan sobre todo información acerca de los cómputos calendáricos y conocimientos astronómicos. Las estelas registran los finales de períodos de tiempo, y  los tres códices fragmentarios que se conservan tratan sobre la astronomía, las ceremonias rituales y las adivinaciones.
Recordemos que los mayas calcularon la duración del año solar con una precisión comparable a la de la astronomía contemporánea, e idearon formulas de corrección para ajustar la discrepancia entre el año real y el año calendárico, y que entre nosotros es la corrección del año bisiesto. También desarrollaron un exacto calendario lunar y calcularon las revoluciones sinódicas de Venus, en cada caso, ideando fórmulas para corregir el error acumulado.
Finalmente señalamos que aún se discute acerca de la decadencia de la civilización maya. Algunos expertos aseguran que las causas deben buscarse en la sociedad misma, mas que en fuerzas externas, ya sean humanas o naturales. La actividad sísmica, las enfermedades, los cambios climatológicos y de la vegetación, han sido también presentadas como posibles causas.
La iconografía no indica ningún cambio en la religión única, ningún descontento con la religión o substitución por otra nueva. Tampoco se tienen pruebas de la intranquilidad social que ha provocado tantos cambios en otras civilizaciones. Si las causas fueron acumulativas, no han podido ser identificadas por el registro arqueológico. Mas bien debemos pensar que el cambio fue repentino, por extraño que parezca a la luz del importante papel que desempeñó la religión en la vida de los mayas.
 
 
Fuente: “La civilización Maya”, de Sylvanus Morley

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