viernes, 22 de marzo de 2013

¿Tú también Albert?


A continuación reproducimos un interesante artículo que da cuenta de la  particular relación entre Albert Einsten y Mileva, su primera esposa. Detrás del científico, del pensamiento racional está el hombre, y queda reflejado en este texto.






LA HISTORIA DE EINSTEIN Y MILEVA, 
Y UNA CARTA

"A: Te encargarás de que mi ropa esté en orden. Que me sirvan mis 3 comidas regulares al día, en mi habitación.

Que mi dormitorio y estudio estén siempre en orden, y que mi escritorio no sea tocado por nadie excepto yo.

B: Renunciarás a tus relaciones personales conmigo, excepto cuando éstas se requieran por apariencias sociales.

En especial no solicitarás que:

- me siente junto a tí en casa...

- que salga contigo..

-que viaje contigo.... "

Mileva es, para la historia, la primera esposa de Albert Einstein y sin embargo fue mucho más: una mujer brillante de ciencia y la primera mujer que cursó la carrera de matemáticas inscrita en el Instituto Politécnico Federal de Zurich, Suiza, donde conoció a Einstein.

Mileva Maric nació en Titel Vojvodina, Serbia, el 19 de diciembre de 1875, en una familia de terratenientes del imperio Astro-Húngaro y por los favores que los suizos le debían a su padre que era militar de carrera, Mileva pudo cursar la secundaria en Austria e ingresar al Instituto Politécnico Federal de Zurich.

No obstante, como cualquier estudiante mujer, Mileva Maric tuvo que demostrar su capacidad intelectual en la prestigiosa escuela, donde fue vigilada en forma más estricta por ser la única mujer.

Antes de presentar el examen de ingresó a la carrera de matemáticas, estudió medicina en la Escuela Federal de Berna Suiza. En 1903, ya como estudiante del Instituto Politécnico Federal, conoció a quien habría de ser su esposo Albert Einstein, ambos inician una relación académica de intercambio intelectual.

Mileva apoyó a Albert en todos los aspectos, pero concretamente contribuyó profundamente en el desarrollo de sus investigaciones científicas, al aportar la parte de los cálculos matemáticos que tenían que demostrar.

Einstein y Marić tuvieron una hija antes de casarse, de nombre Lieserl, la cual se cree que fue dada en adopción, aunque su verdadero destino es incierto.
Más tarde, tras contraer matrimonio Mileva abandona la escuela para atender a la familia y continuar apoyando a Albert que trabajaba en la oficina de patentes de Suiza y en su tesis.

En 1904, nació el primer hijo legítimo de la pareja y Mileva atiende las labores del hogar y procura ingresos para la familia con la renta de cuartos a estudiantes porque el sueldo de Albert no alcanza para sufragar los gastos.

Seis años más tarde, nace su segundo hijo; el niño presenta problemas de salud mental, por lo que Mileva le dedica más tiempo a su cuidado. La pareja empieza a distanciarse. Y es entonces cuando Albert empieza a involucrarse con Elsa, prima de Mileva. Muy generosamente, Albert permite a Mileva permanecer en el hogar siempre y cuando cumpla con una serie de requisitos, que son los que describe en la carta precedente.

En público, continúan como una pareja modelo, sin embargo no pudo evitarse el divorcio, que tuvo lugar en 1919. Mileva recibió el dinero del Premio Nóbel, con el que regresó a vivir a Zurich con sus hijos.

Algunos historiadores señalan que Einstein le entregó el monto del premio porque fue ella en realidad quien planteó las bases de la Teoría de la Relatividad y que Albert las desarrolló. Esta hipótesis se basa en la correspondencia que mantuvieron como novios y también en las declaraciones hechas por Mileva a una amiga acerca de que acababan de terminar la Teoría que haría famoso a su marido.

Tras su separación, Mileva se dedicó por entero a cuidar a su hijos, y gracias a ella el mayor pudo concluir los estudios de ingeniería en la misma escuela donde se conocieron sus padres.

Pero Mileva nunca más pudo dedicarse a la ciencia. Murió el 4 de agosto de 1948 en Zurich, Suiza, sumida en la pobreza, siendo sepultada en el cementerio de Northeim Friedhof en Zurich, Tuvieron que quitar su lápida porque nadie pagó los impuestos necesarios.






No hay comentarios: