A 51 AÑOS DE LA MUERTE DEL ESCRITOR
HERMANN HESSE
Hermann Karl Hesse nació en Calw, Baden-Wurtemberg, Alemania, el
2 de julio de 1877 y murió en Montagnola, Cantón del Tesino, Suiza, el 9 de
agosto de1962, fue un escritor, poeta, novelista y pintor alemán que recibió la
nacionalidad suiza en mayo de 1924. En ocasiones utilizó el seudónimo de Emil
Sinclair; obtuvo el premio Nobel en 1946. Vástago de una familia de misioneros
pietistas, fue destinado al estudio de la teología y enviado en 1891 al
seminario de Maulbronn. De allí se fugó en 1894 e hizo el aprendizaje de
relojero en Calw. En 1895 fue aprendiz de librero en Tubinga y trabajó como tal
en Basilea a partir de 1899. Después del éxito de Peter Camenzind (1904) se
instaló a orillas del lago de Constanza dedicado a la literatura. En 1911 viajó
a la India , más
tarde se fue a vivir a Berna y finalmente a Montagnola, cerca de Lugano.
Peter Camenzind (1904)
puede ser considerada un arquetipo del género conocido como "novela de
formación", de escritura reflexiva y melancólica, sobre un joven que llega
del campo a la ciudad para acabar huyendo de la cultura urbana y regresar a la
naturaleza y la vida sencilla. En esa misma línea, Bajo la rueda (1906) expresa
la rebelión contra la autoridad.
Pero el título que marca
el paso del ecuador dentro de la obra de Hesse es sin duda Demian (1919), cuyas
primeras ediciones se publicaron bajo el seudónimo Emil Sinclair y con el
significativo subtítulo "Una historia de juventud": escrita en medio
de una profunda depresión, la novela es sin embargo un canto a la amistad, al arte
y a la vida. Siddharta(1922), diametralmente distinta, recoge la experiencia
del autor en la India
y se convertiría, una generación más tarde, en el libro de cabecera de los
primeros "hippies", difusores en Occidente de la cultura budista.
El lobo estepario (1927)
es acaso el más célebre de los títulos de Hesse e inicia sin duda la etapa de
madurez de su obra: está construido a partir de las notas póstumas del artista
Harry Haller, introducidas por los comentarios de un editor, y es un lúcido
análisis sobre la locura de una época en la que muere lo viejo sin que haya
nacido algo nuevo. Narciso y Goldmundo (1930), situada en una imprecisa alba
del Renacimiento, presenta la contraposición de Narciso, el monje ascético, y
Goldmundo, el artista, en una escuela monástica, donde traban amistad. Es la
confrontación entre el mundo paterno, encarnado en el logos y la ciencia, y el
arte maternal, que no representa una certeza sino una búsqueda de por vida.
El juego de los abalorios
(1943), cierra lo que puede entenderse como una trilogía de culminación de la
obra de Hesse, a través de un nuevo intento de reunión (los abalorios) del
mundo de las artes y de las ciencias: un auténtico resumen de los esfuerzos
anteriores del autor por reflejar la inquietante dualidad entre el pensamiento
y el espíritu. Siguieron luego colecciones de cuentos, relatos y meditaciones,
y en 1951 la antología literaria de este educador humano, que une la
interioridad de la lucha sostenida para la existencia del espíritu, consciente
de su propia responsabilidad, con la advertencia dirigida a su misma época en
peligro y al pueblo alemán. La edición completa de las obras de Hermann Hesse,
en seis tomos, apareció en 1952.
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