LOPE
DE VEGA, TAN PROLÍFICO EN SU PRODUCCIÓN LITERARIA COMO EN SUS AMORÍOS
Félix Lope
de Vega y Carpio nació en Madrid el 25 de noviembre de 1562, y murió el 27 de
agosto de 1635. Lope de Vega procedía de una familia humilde y su vida fue
sumamente agitada y llena de lances amorosos. Estudió en los jesuitas de Madrid
(1574) y cursó estudios universitarios en Alcalá (1576), aunque no consiguió el
grado de bachiller.
Debido a la
composición de unos libelos difamatorios contra la comedianta Elena Osorio
(Filis) y su familia, por desengaños amorosos, Lope de Vega fue desterrado de
la corte (1588-1595). No fue éste el único proceso en el que se vio envuelto:
en 1596, después de ser indultado en 1595 del destierro, fue procesado por
amancebamiento con Antonia de Trillo.
Estuvo
enrolado, al menos, en dos expediciones militares, una la que conquistó la isla
Terceira en las Azores (1583), al mando de don Álvaro de Bazán, y la otra, en
la Armada Invencible. Fue secretario de varios personajes importantes, como el
marqués de Malpica o el duque de Alba, y a partir de 1605 estuvo al servicio del
duque de Sessa, relación sustentada en una amistad mutua.
Lope se
casó dos veces: con Isabel de Urbina (Belisa), con la que contrajo matrimonio
por poderes tras haberla raptado antes de salir desterrado de Madrid; y con
Juana de Guardo en 1598. Aparte de estos dos matrimonios, su vida amorosa fue
muy intensa, ya que mantuvo relaciones con numerosas mujeres, incluso después
de haber sido ordenado sacerdote. Entre sus amantes se puede citar a Marina de
Aragón, Micaela Luján (Camila Lucinda) con la que tuvo dos hijos, Marcela y
Lope Félix, y Marta de Nevares (Amarilis y Marcia Leonarda), además de las ya
citadas anteriormente.
La obra y
la biografía de Lope de Vega presentan una gran trabazón, y ambas fueron de una
exuberancia casi anormal. Como otros escritores de su tiempo, cultivó todos los
géneros literarios.
La primera
novela que escribió, La Arcadia (1598), es una obra pastoril en la que incluyó
numerosos poemas. En Los pastores de Belén (1612), otra novela pastoril pero «a
lo divino», incluyó, de nuevo, numerosos poemas sacros. Entre estas dos
apareció la novela bizantina El peregrino en su patria (1604), que incluye
cuatro autos sacramentales. La Filomena y La Circe contienen cuatro novelas
cortas de tipo italianizante, dedicadas a Marta de Nevares. A la tradición de
La Celestina, la comedia humanística en lengua vulgar, se adscribe La Dorotea,
donde narra sus frustrados amores juveniles con Elena Osorio.
Su obra
poética usó de todas las formas posibles y le atrajo por igual la lírica
popular y la culterana de Góngora, aunque, en general, defendió el «verso
claro». Por un lado están los poemas extensos y unitarios, de tono narrativo y
asunto a menudo épico o mitológico, como, por ejemplo: La Dragontea (1598);La
hermosura de Angélica (1602), inspirado en el Orlando de Ariosto; Jerusalén
conquistada (1609), basada en Tasso; La Andrómeda (1621); La Circe(1624). De
temática religiosa es El Isidro (1599) y también los Soliloquios amorosos
(1626). La Gatomaquia (1634) es una parodia épica.
En cuanto a
los poemas breves, su lírica usó de todos los metros y géneros. Se encuentra
recogida en las Rimas (1602), Rimas sacras (1614), Romancero espiritual (1619),
Triunfos divinos con otras rimas sacras (1625), Rimas humanas y divinas del
licenciado Tomé de Burguillos (1634) y la Vega del Parnaso(1637).
Donde
realmente vemos al Lope renovador es en el género dramático. Después de una
larga experiencia de muchos años escribiendo para la escena, Lope compuso, a
petición de la Academia de Madrid, el Arte nuevo de hacer comedias en este
tiempo (1609). En él expone sus teorías dramáticas que vienen a ser un
contrapunto a las teorías horacianas, expuestas en la Epístola a los Pisones.
De las tres
unidades -acción, tiempo y lugar-, Lope sólo aconseja respetar la unidad de
acción para mantener la verosimilitud, y rechaza las otras dos, sobre todo en
las obras históricas, donde se comprende el absurdo de su observación; aconseja
la mezcla de lo trágico y lo cómico (en consonancia con el autor de La
Celestina), de ahí la enorme importancia de la figura del gracioso en su teatro
y, en general, en todas las obras del Siglo de Oro; regulariza el uso de las
estrofas de acuerdo con las situaciones y acude al acervo tradicional español
para extraer de él sus argumentos (crónicas, romances, cancioncillas).
En general,
las obras teatrales de Lope de Vega giran en torno a dos ejes temáticos, el
amor y el honor, y su público es de lo más variado, desde el pueblo iletrado
hasta el más culto y refinado. De su extensísima obra, más de «mil quinientas»
según palabras del propio autor, se conservan unas trescientas de atribución
segura.
La temática
es tan variada que resulta de difícil clasificación. El grupo más numeroso es
el de comedias de capa y espada, basadas en la intriga de acción amorosa: La dama
boba, Los melindres de Belisa, El castigo del discreto, El caballero del
milagro, La desdichada Estefanía, La discreta enamorada, El castigo sin
venganza, Amar sin saber a quién y El acero de Madrid. De tema caballeresco: La
mocedad de Roldán y El marqués de Mantua. De tema bíblico y vidas de santos: La
creación del mundo y El robo de Dina. De historia clásica: Contra valor no hay
desdicha. De sucesos históricos españoles: El bastardo Mudarra y El duque de
Viseo.
Sus obras
más conocidas son las que tratan los problemas de abusos por parte de los
nobles, situaciones frecuentes en el caos político de la España del s. XV;
entre ellas se encuentran: La Estrella de Sevilla, Fuente Ovejuna, El mejor
alcalde, el rey, Peribáñez y el comendador de Ocaña y El caballero de Olmedo.
De tema amoroso son La doncella Teodor, El perro del hortelano, El castigo del
discreto, La hermosa fea y La moza de cántaro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario