sábado, 8 de febrero de 2014

GOLPE DE CALOR



En los últimos días del año anterior y los primeros días de enero del corriente año 2014 nos hemos visto abochornados por temperaturas que superan en mucho los habituales promedios de esta época estival, escuchándose consejos, comentarios, comparaciones y catalogando el transcurso de cada día con los colores amarillo, anaranjado y rojo de acuerdo a la incidencia de los rayos solares y su derivado el calor que debemos soportar.
Pensemos en todos los artilugios que poseemos para combatir estas altas temperaturas que nos están azotando, cuales son los aires acondicionados, ventiladores, toldos, sombras, piscinas, freezers, refrescos, etc.
No olvidemos tampoco el disfrute de las aguas de las playas, ríos y corrientes de agua, más el benéfico baño de agua fría desprendido desde las duchas dispuestas en cada baño de las propiedades privadas, gimnasios, vestuarios, hoteles, etc.
Pero el ser humano tiene por costumbre quejarse de esto o aquello, muchas veces sin razón y otras por costumbre, sin tomar en cuenta lo que pudieron haber padecido nuestros ancestros en semejantes situaciones.
Simplemente para evitar esos rezongos o quejas que nos convierten en verdaderos descontentos, nos limitamos a transcribir las noticias que publicaban los diarios de la época, allá por enero/febrero del año 1900.
Tomamos el periódico “El Teléfono” editado en nuestra ciudad, ejemplar Nº. 1354 del 8 de febrero de aquel año donde en varias noticias se hace referencia a problemas que tienen que ver con el título de esta nota: a través del telégrafo Platino-Brasilero se hace saber con fecha 6 de aquel mes que “en Buenos Aires ayer, hubo 77 casos de insolación y 29 defunciones. Desde el domingo se han producido 227 casos fatales. Los médicos los clasifican como “Coup de Chaleur”. Aquí en Montevideo el calor sigue siendo insoportable. La temperatura sube rápidamente.”
Con fecha del día 7 se noticia telegráficamente, que ayer (en Montevideo) hubo 18 casos de insolación, siendo dos de ellos fatales. La opinión de los médicos es que los casos de insolación se producen por el abuso de la caña y del agua helada.
La asistencia pública se manejaba mediante carruajes tirados por caballos, extraída del “Observador”, archivo de Mena-Segarra.
Mientras y haciendo referencia a Buenos Aires, se dice que ese día hubieron 230 casos de insolación y 30 defunciones. Esta mañana se atendieron 14 casos en la asistencia pública. Solamente dos médicos particulares asistieron ayer a 56 atacados, cuya mayor parte habían bebido agua helada momentos antes.
Esta mañana en Morón hubo 8 casos y en el Tigre 6. Gran número de empleados públicos hállanse enfermos. Los carros de la sanidad militar recorren las calles recogiendo atacados. Entre los insolados de ayer 25 reaccionaron después de haber pasado media hora en el frigorífico.
Es horroroso el espectáculo que estos hechos producen. Centenares de cadáveres desnudos hállanse en el Cementerio de la Chacarita víctimas de insolación. Allá van los parientes a reconocerlos, huyendo muchos de ellos horrorizados. Se ha ordenado fotografiar los cadáveres, después de lo cual serán quemados. En las calles murieron 180 caballos. En Rosario hubo ayer 11 casos fatales de insolación.”
Finalmente el corresponsal Julián Millot, a través del propio telégrafo hace saber que: “La asfixia o peste desarrollada a causa de la alta temperatura hizo ayer 195 casos. La población está muy consternada.”

CONSECUENCIAS
En nuestro ámbito y en ese mismo medio de prensa se hace saber que en las primeras horas de la tarde del martes dejó de existir en su residencia de “El Talar” el apreciable ciudadano señor Francisco Beaulieu (hijo) miembro de una antigua y respetable familia de esta localidad. El señor Beaulieu se encontraba enfermo desde hacía tiempo, pero su estado no inspiraba temores. Según informes que han llegado hasta nosotros el martes que fue un día de fuego, salió al campo y ya de regreso en su casa le sobrevino el ataque que le produjo la muerte, atribuyéndose ésta a efecto de la gran sofocación, pues era hombre bastante grueso.
Producido el ataque fue llamado para asistirlo el doctor Rodríguez Gallego. Cuando este facultativo se dirigía a la estancia, acompañado del señor Marcelino López, íntimo amigo del extinto, ya venía un peón con la noticia de que el señor Beaulieu había muerto. El sepelio del extinto tuvo lugar ayer a las 6 de la tarde, con numerosa y distinguida concurrencia.
Nota: La familia Beaulieu era propietaria de distintos bienes inmuebles en la ciudad de Mercedes en la zona de la propia Rambla, sobre la avenida Asencio, en calle Artigas y en distintos puntos de la planta urbana. Dueños a su vez de la estancia “El Talar” en la costa derecha del Río Negro a escasa distancia de Mercedes, establecimiento aún en poder de otras ramas de dicha familia.
Otra- En el mismo periódico se publican datos meteorológicos por la oficina del Sr. Cerizola dentro de los que se destacan, para comparar la secuencia de la evolución de la temperatura de acuerdo a diferentes horarios fue la siguiente: 9 de la mañana: 35,1 – a las 12: 36,4 grados – a la 1 de la tarde: 38 grados con 2/10 – a las 2 p.m.: 39,5 grados – a las 4 p.m.- 40, 2 grados-
En Salto el día anterior se observaron como temperatura máxima 45 grados y en el patio, al sol 52 grados.
Reiteramos como hicimos notar al comienzo de esta nota, que en aquella época se carecía de los elementos que hemos enumerado, incluso de heladeras, valiéndose sólo de precarios ventiladores que funcionaban a alcohol, con una velocidad muy escasa, o mediante el acostumbrado abanicarse por medio de pantallas o abanicos valiéndose nuestros ancestros de algún otro medio, utilizando las hojas de parra o ramas de paraíso bajo los sombreros o gorras de los varones, careciéndose también en ese tiempo del agua corriente.
En esos años el hielo se traía de Montevideo (luego del 1902) a través del ferrocarril, debidamente acondicionado y el poco y escaso que se producía en la ciudad se fabricaba en la Usina de electricidad, aprovechando tal vez su sistema propio, según se ofrece a través de avisos en la prensa.




 La asistencia pública se manejaba mediante carruajes tirados por caballos, extraída del “Observador”, archivo de Mena-Segarra.





(*) Extraído del Boletín Histórico digital, el Centro Histórico y Geográfico de Soriano,  N° 27, enero/2014

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