sábado, 29 de noviembre de 2014

Hito histórico



MNAV presenta exposición antológica del artista uruguayo Carlos Federico Sáez


El Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV) inauguró el jueves 20 de noviembre la muestra “Sáez, un mirar habitado”, con obras del destacado artista uruguayo que permanecerá abierta hasta el 2 de marzo de 2015. La apertura contó con la presencia del ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich; el director de Cultura, Hugo Achugar; el director del Museo y curador de la exposición, Enrique Aguerre y familiares de Sáez.


Apertura exposición
"Sáez, un mirar habitado" se puede visitar hasta el 2 de marzo de 2015 en el MNAV.



A más de 60 años desde la última exposición antológica de Carlos Federico Sáez (1878-1901), el MNAV brinda la posibilidad de conocer en conjunto y profundidad una obra singular e irrepetible en el arte de nuestro país. La exposición “Sáez, un mirar habitado” suma a la selección de piezas que se encuentran en el MNAV (30 óleos y pasteles y 178 dibujos y acuarelas), otras provenientes del Museo Eusebio Giménez de Soriano, del Museo Juan Manuel Blanes de Montevideo, del MALBA de la ciudad de Buenos Aires, Argentina y de destacadas colecciones privadas. 


Autoridades en MNAV
De izq. a der.: Hugo Achugar, Ricardo Ehrlich y Enrique Aguerre.



Enrique Aguerre explicó que la obra de Sáez consta de 73 óleos y pasteles y aproximadamente unos 250 dibujos y acuarelas. Dada la cantidad y calidad de la obra que forma parte del patrimonio artístico de la nación y teniendo en cuenta que la última exposición antológica organizada por la Comisión Nacional de Bellas Artes data de 1951, con esta muestra se podrá comprender la vitalidad y vigencia con la que su obra llega hasta nuestros días, explicó.


Aguerre anticipó, también, la publicación de un libro sobre este importante autor, trabajo que está realizando el MNAV.


Público en exposición
Es la muestra antológica del artista con la mayor colección de obras.



Hugo Achugar consideró la exposición como “un hito histórico” y opinó que "ha sido un pecado demorar más de cinco décadas" en presentarla. “Sáez es otro de los grandes maestros (...) Me maravilla su modernidad, cruzaba límites, transgredía. Estoy orgulloso del arte uruguayo que nos distingue en el continente”, manifestó Achugar.


“Creo que todos sentimos lo mismo cuando entramos a la sala, ver toda la obra de Sáez desplegada nos corta el aliento”, expresó  por su parte el ministro Ehrlich. Definió la producción de Sáez como una obra de gran impacto. “La cultura y el arte nos hace encontrarnos y este encuentro con la obra de Sáez nos hace mirar al futuro”, sostuvo el jerarca. 


Familiares de Sáez
15 familiares de Sáez asistieron a la ceremonia de apertura de la exposicion el jueves 20 de noviembre.



Carlos Federico Sáez


Nace en Mercedes, Soriano, el 14 de noviembre de 1878, en el seno de una familia de alta condición social.


Dibuja y pinta como autodidacta desde la niñez dando muestras de una inusual precocidad. A los trece años se traslada a Montevideo y concurre a clases de pintura del profesor Juan Franzi, en la misma época presenta sus trabajos a la exigente mirada del artista Juan Manuel Blanes, quien le aconseja al jóven Sáez que consolide su formación en Italia. 


El gobierno uruguayo otorga una beca de estudios al artista de sólo 14 años de edad. Se inicia de esta forma un periplo de siete años de estadía europea quedando bajo la tutela de Daniel Muñoz, ministro uruguayo en Roma. Sáez concurre un tiempo a la Academia de Bellas Artes en Roma, pero pronto se enrola en las nuevas corrientes de la pintura italiana finisecular de clara postura antiacadémica. 


Frecuenta el taller de varios pintores, instala en 1896 el suyo en la Via Margutta y participa de varias exposiciones. Prolonga su estadía europea renovando su beca estatal. Sus envíos de pensionado lo van delatando como uno de los más originales exponentes pictóricos de fin de siglo. 


Sáez pinta rostros eligiendo a sus modelos sin trabajar por encargo; a veces modelos profesionales, en la mayoría de los casos personajes con los que tiene fuertes vínculos: su familia, sus amigas, sus amigos. No pinta grupos, retrata individuos en soledad. A excepción de sus dibujos, no pinta desnudos. Dibuja con el pincel y la mancha gobierna el contorno. Su pincelada rápida da a sus figuras la sensación de ser captadas en un instante. Los fondos ostentan una generosidad matérica que generan un contrapunto de atención con la figura generalmente organizada en forma piramidal.


Regresa a Montevideo en 1900 e interviene en el concurso de afiches para el carnaval montevideano organizado por el Ateneo de Montevideo; lo gana. 


Muere a los 22 años, el 4 de enero de 1901.


Extraído de: http://www.mec.gub.uy/

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