sábado, 15 de enero de 2011


Posible restos de naufragios incentiva investigación en zona de la antigua ciudad Zaratina

  • Allí  se plantó trigo por primera vez en América.
Aldo Roque Difilippo


Un hecho fortuito, la búsqueda de un cuchillo caído al agua, derivó en el hallazgo de lo que podría presumirse un naufragio de hace algunos cientos de años. Aunque todavía los elementos encontrados no permiten aventurar fehacientemente que las cerámicas, restos de botellas, clavos, e incluso lastres de piedra y de metal correspondan a un barco que naufragó en esa zona, abre para los técnicos, una posibilidad importante de investigación y de exploración de esa zona del departamento. El hallazgo se produjo en un lugar clave de Soriano, en la desembocadura del arroyo Espinillo con el río San Salvador, donde en 1527 Sebastián Gaboto estableció un puerto o Fuerte del San Salvador, primera incursión  española en tierra firme. Un año después, en 1528, en ese lugar se realizó la primera plantación de trigo en América. Años más tarde por esa zona también estuvo la Ciudad Zaratina, de la cual se tienen solamente registros escritos pero ninguna referencia física. 
La Comisión Nacional de Patrimonio
envió especialistas en Arqueología
sub acuática.
 La Comisión Nacional de Patrimonio dispuso que tres técnicos, especialistas en arqueología submarina, llegaran hasta el lugar y realizaran la exploración de la zona, acompañados de técnicos locales  y de autoridades departamentales. En una primera exploración pudieron encontrarse restos de cerámica europea, restos de botellas de vidrio soplado (lo que estaría dando una aproximación histórica del hallazgo), algunos clavos, cadenas y un par de lastres, lo que haría presumir que se trata de un naufragio. Uno de esos lastres es un lingote de metal y el otro es un enorme granito que por su característica no corresponde a material geológico de la zona. Además se encontró una especie de polea o trozo de una parte mecánica que podría corresponder a una pieza de un barco de principios del Siglo XX, por lo que los técnicos se encuentran abocados a clasificar y datar el material para poder determinar fehacientemente a qué etapa corresponde cada uno. Paralelo a ello se iniciaron los trabajos de conservación del material encontrado, especialmente los hierros, para evitar su degradación al tomar contacto con el aire. En posteriores exploraciones en esa zona los buzos intentarán determinar si debajo del lastre encontrado existen vestigios de madera, lo que sería un indicio fehaciente de que se trata de un naufragio.
Uno de los lastres encontrados.
Aunque un comunicado emitido por la Intendencia de Soriano se aventuró a afirmar que se trata de “hallazgos de barcos históricos de fines del Siglo XVII y principios del XVIII”, el Arqueólogo Aparicio Arcaus prefirió no fijar ninguna fecha hasta no continuar con los trabajos exploratorios de esa zona y de terminar relevar y chequear el material recogido. Lo cierto es que se trata de un  significativo hallazgo para esa zona del departamento, que pauta la presencia europea en los años de la conquista española.




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Aparicio Arcaus:  Estamos en etapa de evaluación

El Arqueólogo Aparicio Arcaus del Museo Paleontológico Alejandro C. Berro de Mercedes, comentó a HUM BRAL  las características de este hallazgo y las perspectivas  de investigación que se abren.

Arqueólogo Aparicio Arcaus


¿Qué características  tiene este hallazgo?
-Se trata de un hallazgo casual, por parte de  dos buzos de Dolores,  Alfonso Quian y José Luis Gómez que buscando un cuchillo (que se le había caído al agua) se tiraron a bucear en el arroyo Espinillo y después en el San Salvador, y realizaron un hallazgo interesante de material colonial, en general, que fue lo que derivó en la presencia nuestra en toda la zona.

 Se encontraron metales, cerámica y algún indicio de que podría tratarse de un naufragio; por lo menos algo de lastre…
-Si apareció cerámica, claramente de torno que corresponde a la traída por los europeos, no es cerámica de aquí, algunos restos de vidrio, algunos restos de metales de elementos domésticos y de uso cotidiano, y después  probablemente y subrayo esto, aparecieron algunos elementos que darían el indicio a un posible naufragio. Pero esto está en una etapa de evaluación super primaria; entonces no se puede ser concluyente con ese tema.

El Ministerio de Educación y Cultura mandó tres técnicos para trabajar en la zona. ¿Se va a recibir apoyo  económico para seguir con la investigación?
Un  lingote de hierro utilizado como
lastre en antiguos barcos fue
 rescatado del lecho del rio.
-El Ministerio, sobre todo a través de la Comisión de Patrimonio nos envió los técnicos. Entonces entre las tres instituciones participantes, la Intendencia, Prefectura y Comisión de Patrimonio  estamos  desarrollando un plan de trabajo, y viendo cuál va a ser la forma de donde van a venir los recursos para continuar con la investigación.

¿Cuál será el destino de estos materiales?
-La voluntad de las personas que lo encontraron es que queden en el Museo Lacan- Guazú de Dolores. A partir de eso desde el Museo Berro y desde la Comisión de Patrimonio se les va a brindar  el asesoramiento técnico en cuanto a catalogación, a inventario, conservación y exhibición de los materiales, entonces vamos a trabajar en conjunto; pero el destino final de los materiales será en Dolores.


Hay un viejo proyecto en Dolores de por lo menos dar con un indicio  de lo que fue la Ciudad Zaratina. ¿Éste podría ser una de las puntas para llegar a ubicarlo?
-Hay una iniciativa de  gente vinculada a la historia y movidos por ese tema, impulsar y en hacer una puesta en valor de lo que fue el fuerte San Salvador y la Ciudad Zaratina.
Hay que recordar que por el año 1986- 87, ese lugar fue objeto de excavaciones realizadas por el Arqueólogo Arturo Toscano el cual investigó en la zona, que recabó materiales y realizó una publicación que está en unos anales de una jornada de Antropología que refieren  a la posible ubicación del fuerte San Salvador. Es un lugar que tiene mucha historia, con un potencial enorme si se lograra  profundizar un poco más en las investigaciones, porque sería el primer asentamiento español en nuestra zona. Aparte porque es el primer lugar de América del Sur donde se sembró trigo. Entonces también tiene una simbología y una connotación histórica importante. Nuestra intención es integrar todo el proyecto en ese plan de trabajo: lo del fuerte San Salvador con este otro tema de la arqueología sub acuática. Queremos hacer un proyecto integral que abarque todas esas temáticas.

Ahora falta clasificar y datar el material 
recogido para seguir con las investigación.
Este fue un hallazgo sub acuático, presumiblemente puede ser un naufragio. Por el movimiento del río en el correr de los años, ¿podría aventurarse a suponer que este  descubrimiento corresponda a un asentamiento humano?
-Justamente, las etapas posteriores que estamos iniciando ahora es el estudio de la evolución del paisaje, y nos va a permitir ver ese tipo de cosas. No es de descartar que las costas se muevan, más en un río tan meándrico como el San Salvador, que tienen una dinámica propia, entonces no es de descartar que eso en algún momento de la historia haya estado en seco, que haya sido parte de la costa. Pero esos temas se resuelven con aproximaciones de fotografía aérea y estudios de aproximación del paisaje, que es lo que estamos encarando ahora.

Me comentabas que alguno de los materiales encontrados serían presumiblemente del Siglo XX. Alguna especie de polea.
-Si, en el sitio tenemos lo que se llama un palimpsesto, una mezcla de materiales de distintas cronologías, que por la dinámica del propio sitio es muy factible que se hayan mezclado. Lo que vamos a intentar en las próximas intervenciones es acotar cronológicamente cada uno de los materiales. Hay que estudiar lo que se llama el proceso de formación del sitio, y cómo llego hasta este momento ese tipo de registro arqueológico que tenemos ahora.

En un hallazgo de estas características, es decir  menores a 500 años, ¿que margen de  error puede llegar a tener la datación de estos materiales?
-El Carbono 14 que es la técnica que se utiliza más comúnmente en fechas tan recientes, tiene un margen de error importante, porque no  llega a medir bien los materiales históricos, pero hay otras técnicas como  la dendrocronología en el caso  que apareciera alguna madera, se puede estudiar la edad. La cerámica también se pude datar mediante otras técnicas.
Una cosa es una datación absoluta, cuando uno tiene una fecha absoluta, que se logra por ejemplo mediante la técnica del Carbono 14, o la dendrocronología. Pero  en la mayoría de los casos no se puede hacer, por lo que se hace una datación relativa: ordenar los eventos en el tiempo a partir  de los materiales, y decir esto fue antes de o después de.

Con un margen de más menos tanto.
-Exacto. Ahí ordenamos ciertos fenómenos en el tiempo y los materiales encontrados.

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(*) Un Palimpsesto (palinsesto en italiano) es una página manuscrita, rollo de pergamino o libro que fue escrito, borrado y reescrito. El término contiene una raiz griega que significa  "nuevamente raspado". Los antiguos romanos escribían en tablas recubiertas de cera que podían ser reutilizadas con sólo raspar la cera y un uso habitual del termino “palimpsesto” por parte de Cicerón, parece referirse a esta práctica.
En Arqueología se usa palimpsesto como un concepto para establecer la mezcla que puede representar el registro arqueológico. Cuando se excava la tierra, el arqueólogo puede encontrarse con objetos que no necesariamente están asociados en el tiempo y la acción, aunque en un mismo espacio. Una mixtura de significados pasados causada por diversos factores culturales o naturales.


Nota: Agradecemos el aporte fotográfico al  Arqueólogo Aparicio Arcaus.

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