viernes, 15 de julio de 2011


El hombre que se inventó a sí mismo


Alberto Cortéz

Facundo Cabral fue un personaje muy controvertido que se inventó a sí mismo después de haber inventado otros. Uno de esos personajes se llamaba Indio Gasparino. Después surgió él mismo, con aspecto revolucionario de barba muy frondosa. En su vida, sin embargo, nunca hizo nada revolucionario, salvo canciones irónicas que pudieran tener algún valor en la canción protesta, pero no fue un protestón del establishment.
Un día nos juntaron para sugerirnos que hiciéramos algo juntos y nos inventamos un espectáculo que se llamaba Lo Cortez no quita lo Cabral. Tuvimos un gran éxito y caminamos juntos durante cuatro años actuando por los teatros más importantes de Latinoamérica.
Actuamos en el teatro Reina Mercedes y tuvimos el honor de que nos viniera a ver la madre del Rey. Allí hicimos 64 funciones. En la ciudad de México nos entregaron una placa conmemorativa de las 100 actuaciones. Los padrinos fueron Ricardo Rocha y Ángeles Mastretta.
Posteriormente hicimos una segunda parte llamada Cortezías y Cabralidades, y, como segundas partes nunca fueron buenas, no tuvimos el mismo éxito. El espectáculo despertó tanto interés que hicimos mucho más de lo que se esperaba. Se movió mucho dinero, pero nosotros fuimos los más perjudicados, casi no vimos nada. Después de cuatro años de caminar juntos decidimos separar nuestros caminos. Él siguió cantando porque quería triunfar en Argentina, pero ahí siempre le iba mal. La última vez que le vi fue hace un par de años cuando vino a verme cantar en un teatro de Mar del Plata.
Tenía un don magnífico para relatar historias. De hecho, admiraba mucho a Borges y pensaba que su vida y sus vivencias estaban muy relacionadas con el escritor. Nada más lejos de la realidad.

Nota publicada en www.elpaís.com

1 comentario:

Mónica dijo...

Si algo hacìa falta para completar el pobre concepto que siempre tuve de Alberto Cortez, sus comentarios acerca de Facundo Cabral, lo son. Ademàs de un mediocre escritor de canciones (llamarlo poeta es una falta de respeto a los verdaderos poetas)no tuvo ni tiene la claridad intelectual ni la autoridad moral para discernir el concepto de "revolucionario". Cabral lo fuè, con sus aportes humildes pero esclarecidos para el ùnico cambio necesario, imprescindible, urgente,el disfrute de estar vivo, màs allà de todo; desde la comprensiòn del otro, el reconocimiento de la empatìa necesaria en la compasiòn, una filosofìa que nos hermana y nos iguala en el amor.
No creo poder escribir lo mismo cuando el Sr. Cortez deje la vida.....