viernes, 16 de diciembre de 2011

Editorial

El traslado que no fue


* Promesas que se llevaron los festejos del Bicentenario.


Aldo Roque Difilippo



En pocos días cambiaremos de almanaque, y entraremos en el largo receso estival donde el país prácticamente se paraliza hasta que  el último ciclista traspasa la línea de llegada completando la vuelta del Uruguay. En pocos días terminará el 2011, año de festejos varios, de cabalgatas que intentaron emular algunos hechos del proceso independentista. Año del Bicentenario de la Revolución Oriental, que tuvo a Soriano en el centro de  la consideración nacional ya que muchos hechos  históricos acontecieron aquí.

Pero el 2011 dejó  por lo menos un par de proyectos de corte reivindicativos de nuestra historia sin concretarse. Planteamientos que fueron realizados en el 2010, y que se esperaba concretar en el 2011 al impulsos del fervor patriótico, pero que lentamente comenzaron a caer en el olvido hasta desaparecer de la consideración pública y de las determinaciones de los gobernantes departamentales.

En octubre de 2010 el Intendente Besozzi propuso una idea que revolucionó el ambiente político del departamento: trasladar nada menos que el monumento del Gaucho de Asencio desde la Plaza Independencia hasta  la radial Mercedes, en los accesos a la ciudad. Esa magnífica obra escultórica que constituye una de las postales ineludibles de la ciudad de Mercedes y que refleja fielmente aquellos personajes semidesnudos y valientes que acompañaron al Gral. José Artigas en los años de la revolución.
Las idea generó cierta conmoción, no solamente política, sino también social, ya que la población a adoptado esa imagen como propia, como parte de su paisaje, y discrepó en diferentes medios de comunicación con la postura del Intendente de trasladarla a un punto de la ciudad que se entendía le quitaría jerarquía. De tal calibre fueron las críticas que el Intendente Besozzi pidió ser recibido por la Junta Departamental (antes que lo llamaran a Sala) donde explicó la propuesta. Una sesión donde recibió nuevas  críticas, que concluyó con el reconocimiento de  Besozzi el 99,9% de la población está en contra. Hasta mi madre tengo en contra”. Y  tras cartón anunció que había desistido del proyecto ya que “no hay como la sociedad, que la mayoría de  las veces, o siempre tiene razón”. Pero redobló la apuesta adelantando que, en sustitución, la Intendencia promovería la creación de un monumento a la bandera en la rotonda de calle Roosevelt, en la rambla de Mercedes.  Y no se quedó solo en eso, ya que también anunció que la Intendencia  llamaría a interesados para crear el monumento a la Bandera en la entrada de Cardona. Una obra de importantes dimensiones. Adelantando en esa oportunidad que no se trataría de una obra convencional sino de una suerte de alegoría, una mano emergiendo de la superficie aferrando el asta donde sería izada la bandera del departamento, y que sería ubicada en esa suerte de triángulo al ingreso de Cardona.
Pasaron los meses, los festejos patrios, las marchas de caballería gaucha arriando banderas al grito de ¡Viva la Patria!; y de las dos obras ni noticias. Habrá que esperar qué depara el 2012.

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