Cuando de “abrir la cabeza” se
trata
Quienes tratamos de navegar por el mar agitado de las Artes, y sobre todo quienes lo hacemos a bordo de un pequeño bote que “hace agua” por todos lados, nos encontramos con un cúmulo de situaciones que la poca velocidad a la que navegamos quizá nos permite visualizar de una manera diferente a quien pasa a nuestro lado en una lancha veloz.
Ángel Juárez Masares
Quienes tratamos de navegar por el mar agitado de las Artes, y sobre todo quienes lo hacemos a bordo de un pequeño bote que “hace agua” por todos lados, nos encontramos con un cúmulo de situaciones que la poca velocidad a la que navegamos quizá nos permite visualizar de una manera diferente a quien pasa a nuestro lado en una lancha veloz.
Toda una
vida remando para tratar de aprender a pintar y escribir nos enseñó que cada
día sabemos menos, y que la única manera de crecer es estar atento a todo lo
que pase –no solo a nuestro alrededor- sino en el vasto e inabarcable mundo del
Arte.
El pasado
fin de semana culminó en la ciudad de Mercedes, Departamento de Soriano, el
festival Jazz a la Calle ,
que se realiza en los primeros días de enero de cada año, y que reúne a músicos
locales con invitados de países vecinos.
Como toda
actividad humana, tal evento cuenta con adeptos y detractores, y naturalmente
cada parte esgrime argumentos para defender su posición, pero hoy habremos de
procurar clarificar el pensamiento para ubicarnos en la frontera entre ambas
posturas, no por temor a emitir opinión, sino como una forma de respetar las
mismas. Como nada es mejor que encender la luz para encontrar el camino,
tomaremos como ejemplo algunas situaciones que pudimos percibir por estos días
y que justifican lo del título: cuando de abrir la cabeza se trata.
Recientemente
se presentó en el Teatro de Verano de esta ciudad de Fray Bentos el conocido
conjunto folklórico argentino “Los del Suquía”, lo cual dio lugar a
manifestaciones a favor y en contra de tal circunstancia. Quienes estuvieron a
favor aplaudieron la idea, y quienes estuvieron en contra argumentaron “falta
de apoyo a los artistas locales”.
Mas allá
de la razón que pueda asistir a quienes así lo entienden, creemos que negarse a
recibir a otros no aporta al crecimiento de quienes reclaman –sin duda con
razón- que sea promovida su participación en diferentes ámbitos.
Naturalmente
no queremos–ni es la idea- tomar partido por una u otra postura, pero quizá
debamos pensar que radicalizar el pensamiento
no contribuye precisamente al crecimiento de los pueblos. Tampoco
estamos generalizando, pues la distancia entre Fray Bentos y Mercedes es de
solo 32 kilómetros ,
y cada noche fue mucha la gente que los recorrió para asistir al festival de
Jazz, entre los cuales –por citar un caso que conocemos- un amigo personal,
músico, que no paró de destacar lo enriquecedor del intercambio que mantuvo con
sus pares de Brasil y Argentina.
Tener “la
cabeza abierta” quizá pueda parecer una expresión cuasi doméstica, pero no
encontramos otra que deje mas en claro el camino hacia el crecimiento; no
significa en absoluto adoptar cualquier tipo de manifestación foránea si
consideramos que no es válida, y permite por lo tanto descartarla.
Personalmente
hemos sido –y lo seguiremos siendo- muy críticos con algunas decisiones de la Administración del
Departamento de Soriano, como –dicho esto a manera de ejemplo- la instalación
de un helicóptero en desuso (¿Cómo “escultura”?) en la ciudad de Cardona, pero
de la misma manera es de justicia destacar las acciones positivas, y en ese
sentido se perciben avances que es de esperar no se vean empañados por las
“internas” municipales, que siempre están latentes alimentadas por
protagonismos mezquinos que todos conocemos (en muchos casos hasta con nombre y
apellido), y que son capaces de destruir en segundos un trabajo de meses o
años.
Tener “la
cabeza abierta” significa estar atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor y
en el mundo, y eso solo se logra evitando radicalizar el pensamiento. Los
pueblos pueden tener una fuerte tendencia hacia las manifestaciones populares y
está bien que así sea, pero no es buena cosa pensar que –por ejemplo- todo pasa
por el candombe y el carnaval, porque estaríamos perdiéndonos el resto de la
fiesta.
Del mismo
quienes procuramos aprender a escribir no podemos negarnos a recibir un
conferencista que puede aportar conocimientos, o asistir a una exposición de un
pintor que nos permita visualizar nuevas tendencias. Por eso no entendemos las
posiciones “localistas” que determinan el “ninguneo” constante de quienes
llegan a una ciudad a mostrar su obra, asunto demasiado frecuente por estas
latitudes.
Mucho se
habla de la cultura de los pueblos y de la promoción que de la misma debe
hacerse desde los Organismos del Estado, pero nada será posible si cada uno de
los creadores no empieza por demostrar que puede, y si la sociedad no comparte
el producto del trabajo creativo. Mientras eso no ocurra, la “cultura” seguirá
siendo un caballo de batalla muchas veces utilizado políticamente, y no toda la
culpa será de los actores políticos, sino básicamente por nuestra propia
mezquindad a la hora de apoyar a quienes la hacen. En definitiva, el pueblo
mismo.
1 comentario:
Angel, lei la nota el primer dia de su publicacion, pero la computadora se negaba a darme el OK. para poder meter un comentario. (cosas de la tecnologia) Que poco han cambiado las cosas!!! tus comentarios me retrotraen al Mercedes de hace veinte agnios atras. Pero a veces la cosa es peor se "ningunea" por usar el mismo concepto que tu aplicas, aun, a los del mismo terrunio, y las razones para ello puden ser multiples pero todas deplorables. El artista no puede vivir aca en la esquina, que va a ser pintor ese,si lo veo todos los dias en el almacen del barrio. Estos y otros comentarios son , o eran, frecuentes para referirse a gente que la estaba luchando en los terrenos de las artes. El localismo mal entendido es tan malo como el cantar loas a todo lo extranjero, has cosa buena y cosas malas en ambos bandos. Coincido plenamente contigo en que debemos tener un horizonte amplio, o una mente abierta y analitica es la una manera de aprender, de progresar en lo que hagamos.
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