Adiós a quien fue maestro de
maestros
Manolo Guardia. El músico
uruguayo, vanguardista en su generación, murió a los 75 años
ALEJANDRA VOLPI
"Manolo estuvo
adelantado treinta años o más", dice hoy Hugo Fattoruso. Para Federico
García Vigil, su compañero de escuela, de viajes y de tantos proyectos
"fue uno de los grandes músicos que dio Uruguay".
La obra de Manolo Guardia
habla por sí misma, pero también a través de la admiración que despierta en sus
colegas.
"Fue mi amigo del
alma, nos conocemos desde niños, nos formamos juntos. No sé si dentro de la
música popular hubo alguien más importante acá. Fue uno de los grandes, un
profesional absolutamente integral, avanzadísimo en su generación, dominador de
todos los géneros, compositor y orquestador", destacó García Vigil en
diálogo con El País, al enterarse de la triste noticia. El exdirector de la Orquesta Filarmónica
formó parte del Quinteto de la
Guardia Nueva , agrupación que el pianista fundó a comienzos
de 1960 influenciado por Horacio Salgán y Astor Piazzolla, y por el que pasaron
también Ariel Martínez, Federico Britos, Edunio Gelpi y Eduardo Mateo.
Guardia murió ayer
producto de una larga enfermedad y de complicaciones derivadas de la mala
praxis médica que lo dejó casi parapléjico en 1997.
"Siempre tenía
dolores en la zona izquierda y decidió someterse a una operación quirúrgica de
la columna vertebral, pero ésta resultó un desastre y su carrera se truncó.
Hizo un juicio a la institución médica y lo perdió. Y desde entonces la vida de
Manolo y su compañera se transformó en un calvario que terminó de esta manera.
Estaba en silla de ruedas y con todas las derivaciones de un cuadro
complejo", reveló García Vigil a El País.
A pesar de todo, la
tenacidad del artista lo llevó a recuperar la movilidad de su mano derecha, y
este empuje terminó con la publicación de un disco tan inesperado como bien
recibido, titulado justamente Tangos para la mano derecha, que puso en el
mercado Ayuí en 2006.
El director del sello,
Mauricio Ubal, lo recuerda con mucho cariño: "Nadie se hizo cargo del
accidente quirúrgico y eso lo amargó, porque entró a operarse por una cosa
menor y terminó postrado. Poco tiempo después, con un sintetizador y un teclado
logró plasmar la obra que tenía en su cabeza. Es un disco muy preciado por
nosotros y un buen disco. Al menos este trabajo logró devolverle algo de la
sonrisa perdida. Y fue Fernando Cabrera quien nos trajo el material".
Manolo Guardia se
caracterizaba por tener muy buen sentido del humor, condición que también lo
llevó a integrar el ciclo televisivo Telecataplum, despuntado al mismo tiempo
su perfil de músico académico y serio con la veta más popular y
descontracturada que le afloraba naturalmente.
Fue fundador de la banda
All Stars, que era parte del Hot Club Montevideo, y el promotor de Camerata de
Tango. Es considerado uno de los primeros que fusionaron el candombe con otros
ritmos, especialmente con el jazz, y fue elogiado por trasladar a este lado del
Río de la Plata
la vanguardia que imponía Piazzolla.
"Con él hicimos una
enorme cantidad de viajes, pasamos muchas temporadas en el exterior, algunas
por razones artísticas y otras por razones políticas. Tuvo una vida muy
injusta, porque él era un fuera de serie. Tendría que ser realmente una bandera
del arte nacional", agregó emocionado Federico García Vigil.
Fattoruso, que trabajó
como contrabajista en cuartetos y tríos creados por Guardia, no se quedó atrás
en sus valoraciones profesionales y humanas: "Manolo fue un gran pianista,
un maestro de musicalidad exquisita, vanguardista, clásico y también innovador.
Un amigo. Yo en él escuché por primera vez una propuesta musical fusionada. Es
uno de mis maestros queridos del alma".
Ayuí tiene en su catálogo
desde 2010 El tango de la guardia nueva, un álbum grabado en vivo en la década
de 1960 que es un fiel testimonio de su estilo como intérprete y compositor.
Más recientemente vio la
luz Candombe!, una edición compartida con Herbert Escayola y Daniel Lencina.
Manolo Guardia nació en
Montevideo en 1938. Inició sus estudios de piano a los nueve años en el
conservatorio Moro, más tarde los continuó en el conservatorio Kolischer y
terminó cursando con Santiago Baranda Reyes. Paralelamente al Quinteto de la Guardia Nueva se
unió a George Roos, el tío de Jaime, para crear Candombe de Vanguardia, una
etapa germinal en la que surgieron títulos como Yacumensa, Chicalanga, Cheche y
Palo y tamboril.
Su labor en Uruguay se vio
interrumpida durante el lustro que estuvo exiliado en Venezuela. Y a su regreso
se unió a Cuque Sclavo y Eduardo Useta para hacer café concert en el
espectáculo Preludio.
Entre 1984 y 1987 compuso
obras sinfónicas para la
Filarmónica de Montevideo, entre ellas Cuatro piezas en forma
de tango (de 1985), Sintonía del Medio Mundo (de 1993), Cameratango (de 1994) y
Sweet tom suite (de 1995).
Un álbum elogiado nacido
nota por nota
En 2006, el mismo año de
su publicación, Tangos para la mano derecha tuvo su presentación en vivo en
Sala Zitarrosa, con la participación del Trío Fattoruso y Cuque Sclavo.
Manolo Guardia adoraba a
Salgán, al punto de consagrarlo como uno de sus ídolos y eso se refleja en
Salgán e imágenes, uno de los surcos del álbum. Le sigue Milonbop, un tributo
al período del bebop inspirado por el saxofonista Charlie Parker y el
trompetista Dizzy Gillespie. "Acá está toda mi vida, yo iba buscando y
encontrando, uniendo trozo sobre trozo. Lo que trabajaba en el teclado luego lo
ensamblaba con mi hijo en la computadora", dijo a El País en una
entrevista publicada días antes del espectáculo.
Extraído de: www.elpais.com.uy
No hay comentarios:
Publicar un comentario