"FILOS",
poemario de Pablo Dema: una propuesta diferente
Luis
Benítez
Pablo
Dema nació en General Cabrera, provincia de Córdoba, Argentina, en
1979. Publicó tres libros de cuentos: Fotos
(2005), Si
nada permanece
(2007) y Hoteles
(2010) y la novela De
piedra o de fuego
(2009). Integra los volúmenes colectivos Diez
bajistas. Antología de la nueva narrativa cordobesa
(Alejo Carbonell Comp., Editorial Universitaria Villa María) y
Es lo que hay. Antología de la nueva narrativa en Córdoba
(Lilia Lardone Comp., Babel Editora).
Su
última entrega, el poemario Filos
(ISBN: 978-987-559-255-1), fue publicado en Buenos Aires por el sello
Ediciones del Dock (ver:
https://es-la.facebook.com/EdicionesDelDock),
dentro de su colección de poesía “El Pez Náufrago”.
Breve
pero conciso, Filos,
de Pablo Dema, posee una fuerte impronta narrativa (recordemos que el
autor también cultiva esta categoría literaria), corroborando, por
una parte, el borroso límite actual entre géneros, así como la
destreza del autor para contar hechos y circunstancias desde su
propia sensibilidad, mostrándose tan distante de la concreta prosa
como de lo que se da en llamar “poemas en prosa”. La conciencia
de lo poético en Pablo Dema va más allá de las formalidades de
género, pues sabe introducir al lector en el meollo de una visión
inefable –terreno por lo habitual estrictamente abordado por la
poesía- haciendo buen uso de lo que aparentemente está contando:
una historia breve, una instancia situada en lo temporal y espacial,
para proyectarnos hacia otras realidades donde el hecho exterior
establece nexos palpables con el universo propio del autor. Así, a
lo largo de Filos,
empleando imágenes directas y un lenguaje engañosamente simple,
sutilmente Dema desliza las claves que le permiten al lector acceder
a otras posibilidades del texto. Sin abusar del minimalismo que
tantos estragos ha hecho antes en la poesía argentina, por mal leído
y peor interpretado, Dema combina en sus versos lo mejor de una y
otra ribera –lo real y lo imaginario, así como lo objetivo y lo
sensible- para darnos un poemario sólido y bien vertebrado, con una
estructura que sale airosa después de varias relecturas, confirmando
las llamativas posibilidades del estilo que ha elegido. Un autor para
seguir leyendo, en su progreso dentro de una variante del abordaje
poético que configura una propuesta original e interesante.
ASÍ
ESCRIBE PABLO DEMA
En
el aire
Nos
contaste que en Nantes
una
chica te sirvió un crêpe
de naranja.
Cuando
lo dejó sobre la mesa,
le
acercó una chispa con su encendedor
y
la golosina ardió un instante ante tus ojos.
Brillaba,
comenzando a derramarse, el almíbar tibio.
Fue
tan hermoso, dijiste,
que
no pude contener las lágrimas.
Estabas
solo.
Tu
esposa en un continente,
tu
madre enferma en otro
y
tu padre ya en ninguno.
En
los días que compartimos
varias
veces hablaste de la soledad.
Al
despedirnos nos dimos un abrazo
y
dijiste la palabra amigo.
A
todo esto lo escribo en el aire,
ese
lugar donde las cosas se vuelven
más
intensas, más hermosas, más frágiles.
……………………………………………………………
Nacimiento
para Ana y Eva
Dos
corazones
del
tamaño de una almendra
imitan,
en su latido,
el
sonido de la nieve
cayendo
sobre un lago nocturno.
Lo
que acontece en secreto
siempre
adquiere el ropaje del milagro,
como
un paisaje nevado
descubierto
en la mañana
como
las dos almendras rosadas
titilando
calladas en la noche.
Lo
demás,
las
cosas, el mundo, nosotros,
¿cómo
saldremos del asombro
de
sentirnos engendrados por lo que nace?
El
universo confluye, de repente,
en
esa doble hendija de luz
que
son las recién nacidas;
y
todo lo que de ellas viene, a su vez,
queda
teñido del brillo inaugural
todavía
difuso pero esplendoroso
de
su mirada.
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