NACIONAL
HALLAZGO EN TORRE EJECUTIVA
Conservación
del patrimonio está "parada" según arqueólogos
No se
exige estudios de impacto antes de construir en Ciudad Vieja
El reservorio estará ubicado en el halld el edificio anexo de Torre Ejecutiva |
El
descubrimiento de un reservorio de aguas del siglo XVIII, hallado
mientras se realizaban las obras del edificio anexo del Poder
Ejecutivo puso sobre la mesa la inquietud de los arqueólogos por la
falta de preocupación del gobierno en la conservación de los bienes
con valor patrimonial.
La
estructura, de unos nueve metros de largo por cuatro de ancho, fue
encontrada en plena excavación, lo que produjo roturas con pérdida
material y debilitamiento. Si bien en este caso se decidió
recuperarlo y que pasara a formar parte del nuevo edificio, según el
arqueólogo José Lopez Mazz, el problema en Uruguay es que el barrio
histórico se conserva "de la vereda para arriba" pero no
se tiene en cuenta que las propiedades antiguas están construidas
unas sobre otras.
"Con
suerte, cuando alguien ve lo que están rompiendo, se desencadena
algo como esto", -dijo López Mazz a El Observador en relación
a la conservación que se realizará del reservorio de aguas. El
arqueólogo aseguró que esto se debe a que no se exige para Ciudad
Vieja la realización de un estudio de impacto arqueológico previo a
comenzar las obras, que evite destruir o que mitigue el daño, algo
que a su entender debería llevarse a cabo incluso antes de elaborar
el proyecto arquitectónico y de esa forma tenerlo en cuenta.
Para
el arqueólogo, al no existir una politica pública efectiva de
protección de Ciudad Vieja "se está lesionanado el bien
común", ya que no se respeta el derecho al patrimonio,
consagrado en el artículo 34 de la Constitución. Eso sucede también
a nivel de todo el territorio.
Esto
se debe a que, según definió López Mazz, la conservación del
patrimonio está actualmente parada. En enero de este año, la
dirección de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación
resolvió pasar la realización de los estudios de impacto
arqueológico en las obras a la órbita de la Dirección Nacional del
Medio Ambiente (Dinama) debido a la "imposibilidad material"
de realizar en tiempo y forma el seguimiento de los estudios. Según
dice la resolución, a la que accedió El Observador, el motivo fue
la falta de recursos para llevar a cabo esa tarea, pero ello implicó
que los estudios que estaban siendo realizados fueran aprobados sin
una revisión final. La Asociación de Arqueología del Uruguay –en
formación– lo ve como un "flagrante menoscabo a la
salvaguarda del patrimonio cultural".
Sin
arqueólogos
A esto
se suma el hecho de que según denuncia la Asociación en una carta
enviada al Ministerio de Vivienda y al de Educación, "la Dinama
no cuenta actualmente con arqueólogos entre su personal técnico"
lo que implica además una "clara falta de garantía" sobre
la evaluación futura que puedan tener los estudios de impacto
arqueológico.
La
arqueóloga Carmen Curbelo, integrante de la Asociación de
Arqueología, explicó por otra parte a El Observador que ese
traspaso no solo permitió que se aprobaran estudios por defecto,
sino que además será difícil poder llevar una base de datos sobre
los hallazgos, competencia de la Comisión de Patrimonio. En tanto,
fuentes de Dinama dijeron a El Observador que se trabaja en la
búsqueda de soluciones.
La
confirmación de la regla
Según
dijo a El Observador una de las arquitectas que trabajó en la
conservación de la estructura de la fuente de agua hallada en el
anexo de la Torre Ejecutiva, Graciela Valeta, con los trabajos de
excavación y al no haber un estudio previo, la estructura de más de
200 años sufrió una fisura importante y se separaron las paredes
circulares de la bóveda. Además, se arrancó una parte de la
estructura. Por eso, el reservorio debió apuntalarse y se realizó
un proyecto de conservación.
Valeta
dijo a El Observador que una vez que el edificio esté terminado, el
reservorio se podrá ver en el hall del edificio, desde arriba, pero
no se podrá acceder a él para su mejor resguardo. La conservación
de la estructura, que se usó hasta el siglo XX –se encontraron
botellas que así lo confirman– consiste en la recomposición de
las fisuras y en dar continuidad al material. Además, se realizará
una contención con arcos livianos de acero inoxidable y vidrio, "de
modo de interferir lo menos posible en la visión del elemento a
poner en valor", dice el proyecto al que accedió El Observador.
(*)
Extraído de: http://www.elobservador.com.uy/
No hay comentarios:
Publicar un comentario