sábado, 22 de febrero de 2014

"El arte contemporáneo es un fraude"


La crítica mexicana Avelina Lésper denuncia la especulación y la burbuja económica, como lo fue la inmobiliaria, de obras que "carecen de valores estéticos




No fueron pocos los que se identificaron, hace un par de años, con aquella mujer de la limpieza de un museo alemán tan celosa de su trabajo que se empleó a fondo para eliminar unas terribles manchas que había en una de las obras expuestas. Ni se le ocurrió sospechar que formaban parte vital de la pieza Wenn es anfängt durch die Decke zu tropen (Cuando empieza a gotear el techo) del artista Martin Kippenberger, valorada en 800.000 euros. El Museo Ostwald de Dortmund (cuyas primeras entradas en Google son sobre el suceso, superando a su web oficial), llegó a afirmar que "estamos intentando aclarar cuanto antes qué tipo de capacitación tiene el personal de la limpieza".

La crítica de arte mexicana Avelina Lésper diría que esa pobre trabajadora, además de un gran sentido de la pulcritud, tenía también un gran sentido común. Lésper, colaboradora de diferentes medios de comunicación latinoamericanos y directora del programa de televisión El Milenio visto por el Arte, es una de las voces que más suenan contrarias al arte contemporáneo, cuestionando desde los ready-made (el uso de objetos comunes como el urinario de Duchamp) a las performances efímeras.

-¿Cómo definiría el arte contemporáneo en una palabra?
-Fraude

-Explíquese…
-Carece de valores estéticos y se sustenta en irrealidades. Por un lado, pretende a través de la palabra cambiar la realidad de un objeto, lo que es imposible, otorgándoles características que son invisibles y valores que no son comprobables. Además, se supone que tenemos que aceptarlos y asimilarlos como arte. Es como un dogma religioso.

-¿Y por otro lado?
-También es un fraude porque está sostenido nada más que en el mercado, que es fluctuante y artificial en la mayoría de los casos. Se otorgan a las obras valores artificiales para que pienses: “si cuesta 90.000 euros es porque debe ser arte”. Estos precios son una burbuja, como existió la burbuja inmobiliaria.

-¿Y pinchará?
-Se tiene que pinchar. Una torre de papel sanitario de Martin Creed cuesta 90.000 euros. El objeto no es lo importante, sino lo que tú puedes demostrar económicamente a través de su compra.

-¿Y no pueden comprar Murillo o Picasso?
-No puedes especular con pintura antigua porque hay muy poca. En cambio, este tipo de obras se realizan en minutos, algunas se hacen en fábricas.

-¿No se podría especular con obra actual con valores estéticos?
-El arte toma tiempo. No hay manera de que Antonio López termine un cuadro… Por una parte, debes esperar a que el pintor o escultor haga sus obras. Por otra, el arte necesita talento, que el artista tenga algo que mostrar a través de su obra. Con el arte contemporáneo los artistas no necesitan tener nada.

-¿Puede poner algún ejemplo?
-Cuando Duchamp hizo su ready-made evitó a todos los artistas el proceso intelectual. Cualquier objeto es arte, el que sea. Bajo este punto de vista, imagínate la cantidad de obras de arte que tú tienes. Todo tu entorno es factible de convertirse en arte. No tienes que esperar que ese artista se forme, demuestre su talento y que acabe aportando algo, lo que es terriblemente difícil. Otro ejemplo es Santiago Sierra con sus ready-made. Te dice: “Esto es un contenedor de mierda de la India”. ¡Qué impresionante!

-Como mínimo piensan la definición…
-El crítico Arthur Danton dijo: “dejen que los filósofos pensemos en la obra, ustedes traigan sus objetos”. Si pones como tema el contenedor de mierda, ya llegará el curador que elabore el discurso y te hable de la miseria, de las últimas castas que recogen la mierda… hay toda una justificación social y moral. Si manifiestas que eso carece de valores estéticos, automáticamente te dicen que estás en contra del mensaje social. Es un arte chantajista, también. Utiliza este tipo de discursos para que lo aceptes como arte. Si no lo aceptas, o estás en contra de él o eres un ignorante.

-La denuncia social se ha ido haciendo a lo largo de la historia del arte…
-Se ha dado, pero no como valor de la obra. Los Fusilamientos del 3 de mayo de Goya valen por la realización artística, porque su pintura fue trascendental y profundamente moderna en su momento. Y sigue siendo moderna ahora. Por eso vale una pintura de Goya, no por el discurso.

-¿Se está confundiendo el arte con el mensaje?
-Ahora el arte solo es mensaje. No hay arte, solo hay panfletos. Estas obras no pueden existir sin los museos. Las obras, paradójicamente, se ven mejor en el catálogo que en vivo. Y ya no digamos con los artistas performance, que solo tienen el registro fotográfico de lo que hacen porque dicen que es efímero, aunque lo repitan 700 veces. Son obras que solo existen en los catálogos y a través de los discursos y la teoría que le ponen los comisarios y especialistas en estética. Son objetos de lujo, una nueva forma de consumo.

-A la mayoría de gente de a pie no le gusta el arte contemporáneo porque le resulta difícil de entender…
-Es que no hay nada que entender. Es un arte que te exige asimilarlo y no discutirlo, por eso también es dogmático. Te exige fe, que creas en él, no que lo comprendas, como las religiones. Quiere someter nuestro intelecto. Todo el tiempo quien se equivoca es el espectador, el artista y la obra es infalible. Si tú dices que carece de valores estéticos, de inteligencia, que no te propone ni aporta nada, entonces te dicen que eres un ignorante.

-¿Quién decide qué es arte?
-Es una decisión arbitraria que se toma entre las instituciones, los museos, las universidades… Es un arte de la academia. Eso de que es independiente y libre es mentira.

-¿Está subvencionado?
-Totalmente, no puede vivir sin las subvenciones del Estado. Es un arte parasitario. La mayoría de los artistas contemporáneos viven del Estado.

-¿El público no pinta nada?
-No. Por eso es demagogia pura que digan que este arte tiene intenciones sociales y que manifiesta intenciones morales. Rechaza a la gente, que para ellos es ignorante. Este arte no vive de la gente, vive de las instituciones y la especulación.

-¿Podríamos decir que refleja la sociedad actual?
-Es muy diferente reflejar que denunciar. Ellos parasitan la sociedad en la que viven, la refleja mejor Madoff. Ambos son parte de una misma mentira social que ha creado el capitalismo a través de la especulación económica. El arte contemporáneo es parte del fracaso capitalista.

-¿Estamos huérfanos de arte?
-Sí, porque no hay espacio para los artistas que sí están creando. ¿Qué muestra el Macba aunque esté vacío? En España hay muchos centros de arte contemporáneo que nacieron a la par que la burbuja inmobiliaria, para que te des una idea de cómo está el asunto. ¿Qué te puede aportar Jeff Koons que imita objetos de feria o cualquier ready-made? Ellos han hecho del material la obra. Ahora para decir guerra ya no tienes que pintar los fusilamientos, ahora escribes la palabra guerra en un letrero. Eso es no tener pensamiento abstracto. Jamás el arte se había despojado tanto de las metáforas… El problema es que se está acabando con una capacidad cognitiva.

-¿Nos quieren tontos?
-Exactamente. ¿Y sabes por qué? Eso tiene detrás de sí lo más pedestre que te puedas imaginar, el dinero. Por eso es también un fracaso del capitalismo. Todo lo que se ha hecho por dinero en estas dos últimas décadas ha hecho un daño enorme a la Humanidad. Por dinero se destruyó la economía de Europa, la de Estados Unidos, tenemos el narcotráfico en América Latina… y por dinero están destruyendo el arte.

-¿Alguna buena noticia vinculada al arte?
-(Ríe). Pues que nos hemos dado cuenta, no estamos ciegos ante esto. Los que pintan ahora con maestría y técnica son los contrarrevolucionarios. Y esta resistencia inteligente y creativa es la que va a alimentar el arte

-¿Estos artistas no son vendibles?
-Claro, pero las galerías necesitan que estén amparados por las instituciones. Cuando el Reina Sofía dejó de comprar a Arco, Arco se fue a la quiebra.

-El Reina Sofía dejó de comprar a Arco y empezó a exponer Picasso…
-...Y a Goya, para que la gente vaya…


-¿Esto sería el inicio del cambio?
-Exactamente. Llega un momento en que las instituciones van a tener que escuchar a la población y dejar de trabajar para los intereses privados.

-¿Qué piensa de artistas españoles contemporáneos como Tàpies o Barceló?
-Barceló tiene unos dibujos y unas acuarelas sensacionales. Tàpies está sobrevalorado. Surgió porque el arte español empezó a verse huérfano de creadores y fue la oportunidad de encumbrar a un tipo como Tàpies, con un lenguaje y una creación limitadísima.

-¿Ve mal el arte español?
-Lo del arte español es un fenómeno de análisis. Fue la cúspide del arte mundial, tuvo creadores que aportaron como nadie y ahora los artistas simplemente no existen. Y la crítica española está entregada y sumisa al sistema. ¿Cuándo España se dará cuenta que ha perdido su sitio en el arte?

-No es el único sitio que ha perdido…
-Pero es un factor muy delicado. El arte no nos sacará de la crisis, pero aporta humanidad.




Extraído de: http://www.revistaenie.clarin.com/
Documentos inéditos del Banco República cuentan cómo se vivió la guerra de 1904 en Carmelo




A 110 años desde que los revolucionarios blancos ocuparon Carmelo.



Aquí donde hoy está la Sociedad Italiana Vittorio Emanuelle II funcionó el Banco República que fue tomado por los revolucionarios blancos en 1904

Este mes se cumplen ciento diez años desde que el Banco República de Carmelo estuvo sitiado en el marco de la guerra que tenía como protagonistas a blancos y colorados en la revolución de 1904. El gerente de entonces retiró desmayada a su esposa y unas cuarenta personas resultaron muertas o heridas en el enfrentamiento que tuvo la Sucursal del Banco República de Carmelo como centro. En aquellos años, el banco se encontraba en el edificio donde actualmente está la Sociedad Italiana, por lo que los combates tuvieron lugar en los espacios de la cuadra donde, entre otros, tiene su Redacción EL ECO. 


Así cuentan las crónicas rescatadas por el amigo y lector Otto Fielitz –exempleado bancario-, quien nos acercó la documentación sobre lo ocurrido. Fielitz detalla que esta documentación inédita que hoy publicamos en EL ECO fue hallada casualmente por él en el libro “copiador de cartas No1 de la Sucursal”, hallazgo que hizo en junio de 1996. “De los traspasos de fondos registrados en este libro, destinados al pago de alquileres, surge que la Sucursal ocupaba entonces lo que hoy es la sociedad Italiana. Allí también funcionó el Correo y la Dirección de Rentas (DGI)”.

El lector Otto Fielitz propone que el 29 de agosto de 2014, al cumplirse 110 años de estos hechos que se iniciaron en este mes de enero, se lo recuerde colocando en el lugar del combate alguna placa recordatoria “para que las nuevas generaciones sepan que nuestra ciudad sufrió también aquella guerra fratricida”.



La historia

La historia cuenta que el Banco de la República Oriental del Uruguay inició sus actividades el 22 de octubre de 1896, mientras que la sucursal Carmelo fue abierta al público el 26 de mayo de 1902.

Dos años después, el país se vio sacudido por la Guerra Civil que enfrentó al Gobierno de José Batlle y Ordoñez con las fuerzas revolucionarias del Partido Blanco conducidas por Aparicio Saravia.

El Banco República y su Sucursal Carmelo, no fueron ajenos a estos enfrentamientos, según se desprende de la correspondencia de esta sucursal, donde quedaron registrados incidentes que modificaron el normal funcionamiento de la misma, y que ahora, pasados más de cien años, adquieren un innegable valor no sólo anecdótico, sino histórico.

Es así que el 31 de enero de 1904 el gerente de la Sucursal Carmelo, Don Juan Alvarez, comunicaba a la Superioridad:



“Sr. Gerente del Banco de la República, Montevideo

Precauciones: Confirmamos nuestra última del 9 de enero de 1904. El pueblo está en poder de los revolucionarios. Vienen con mucho orden, ofrecen garantías, no ha habido ningún atropello”. Telégrafo interrumpido.



La sucursal no funcionaba

Desde enero la sucursal bancaria no estaba operativa para el público. La correspondencia a la que accedió Otto Fielitz continúa en febrero de 1904, posiblemente entre el 1 y el 7 de ese mismo mes, cuando el gerente Álvarez comunica a sus superiores que los revolucionarios comienzan a exigir dinero para continuar la lucha, por eso envía el siguiente mensaje:

“Las fuerzas revolucionarias que ocupan este pueblo nos han intimado la entrega de los fondos que tenemos de la Comisión Auxiliar, como le hemos contestado que los habíamos remitido a Colonia, nos exigen que lo hagamos venir. Les manifestamos que tendríamos que pedir autorización a nuestra Casa Central y en eso quedamos; manifestándonos que por lo demás podíamos operar tranquilamente, haciéndonos respetar por una guardia si fuera necesario. Pero como nuestra Sucursal está clausurada desde que se ausentaron las fuerzas legales, agradecimos su oferta para casos de necesidad”, señala la misiva enviada desde Carmelo a la central en Montevideo. “En consecuencia, sírvase resolver sobre este punto a vuelta de correo para comunicarles la resolución”, señaló.



La última gran guerra

Las cartas rescatadas por Fielitz tienen el valor histórico de señalar cómo se vivían en Carmelo aquellos años de revolución, teniendo en cuenta que la Revolución de 1904 fue la última guerra civil que se libró en el Uruguay, así como la más sangrienta y decisiva de la suerte del país en el siglo XX.

Su finalización determinó, entre otras consecuencias, un nuevo orden, como la imposición de los valores eminentemente urbanos e intelectualistas encarnados por José Batlle y Ordoñez sobre la cultura del caudillismo rural imperante desde la independencia hasta aquel momento, representado por Aparicio Saravia.

A lo largo de la campaña que duraría ocho meses, unos 12.000 a 15.0900 guerrilleros blancos desafiaron a los 36.000 soldados gubernamentales repitiendo la táctica usada en la revolución de 1897: movimiento permanente, batallas ocasionales seguidas de retiradas, recibo de pertrechos desde Brasil y Argentina y extender el enfrentamiento hasta que el gobierno – agotado- acepte negociar.

Pero el 1 de setiembre se realizaría la famosa Batalla de Masoller, donde los blancos se encontraron con el ejército gubernamental al mando de J.M. Escobar y lo que parecía una batalla favorable a los revolucionarios terminó en la dispersión y posterior derrota de los blancos, después de que Saravia fuese herido en el vientre por un disparo de un Mauser mientras recorría el frente a unos 200 metros de las líneas enemigas. El caudillo blanco moriría nueve días después en territorio brasileño.



Cómo seguía la cosa en Carmelo

Mientras tanto, en Carmelo el horno no estaba para bollos y los revolucionarios seguían ocupando el pueblo, según cuentan las crónicas internas de la sucursal Carmelo del Banco República.

Una nueva comunicación del 25 de febrero de 1904 establece en su parte medular:

“Intimación: hasta ahora nos han dejado tranquilos respecto a los fondos mencionados en nuestra última. Aprovechamos la ida de Don Pedro Echeverría a Mercedes para enviar la presente, pues estamos completamente incomunicados por mar y por tierra, respecto a correos desde hace varios días”.

De enorme valor histórico resulta la comunicación del 30 de agosto de 1904, pocos días antes de que los hechos de Masoller determinaran el fin del conflicto. El texto de la misiva enviado al gerente del Banco República Montevideo señalaba lo siguiente: “Acusamos recibo de su telegrama del 21 del corriente y confirmamos la n/ del mismo día”.

“Felisberto Isbarbo, Jefe de esta plaza ha fallecido a consecuencia de un balazo recibido en el ataque que tuvo lugar ayer en este pueblo por 200 insurrectos al mando de Leopoldo Barrios por tierra”.

“Fue ayer día de sobresalto para nosotros, pues nos avanzaron la casa los revolucionarios para formar cantón y tuve que sacar a la señora medio desmayada a una casa de la vecindad con toda la familia, quedándome solo en el escritorio, pero felizmente me respetaron la Sucursal sin ninguna exigencia habiéndose retirado dos horas después, medio día, al aproximarse refuerzos de Nueva Palmira. Han caído cuarenta entre muertos y heridos de ambas partes”, cuenta el gerente Juan Álvarez, quien en aquellos años vivía con su familia en la misma sucursal bancaria. “Hace tres días que esperábamos este ataque por la proximidad de esas fuerzas al pueblo. Estamos rodeados”, cuenta.



En 1904

La revolución de 1904 fue la última patriada al estilo del siglo XIX y movilizó a un número elevadísimo de combatientes de todas las clases sociales en un país que no superaba el millón de habitantes. Expresó por un lado el deseo gubernamental de recuperar la unidad política del Uruguay y por otro, como en 1897 manifestó la aspiración de los blancos de gozar de garantías electorales –representación de minorías, voto secreto- y transparencia administrativa. Tras la paz se inició el poderoso ciclo del Batllismo, que signó la historia del Uruguay durante las próximas cinco décadas.






Relato


Si alguien tiene una abuela que sepa cómo curarlo, por favor que me lo diga


                                                                                                                Vilma Bada




Volviendo de madrugada de Montevideo, hace ya dos días, la lluvia finita empapaba mi equipaje. El paraguas me estorbaba y trayendo de tiro uno de esos carritos porta-maletas caminaba buscando energías en mi exhausta humanidad. El carrito pesaba mucho, aunque las calles por las que caminé eran llanas, hube de hacer camino extra por un desvío en el recorrido del ómnibus, a causa, naturalmente, de la misma lluvia que ahora me jugaba a ¿adiviná de dónde vengo?" por las cuatro costas del paraguas.
La calle desierta, las laxas luces públicas perdonando a las sombras con sus conos ámbar entre esquina y esquina y los contenedores para la basura durmiendo despanzurrados, tremendamente iluminados.
Ya había caminado unos pasos más hacia la penumbra entre esquinas, cuando registré con la conciencia, el objeto cúbico, que acababa de ver por entre la lluvia. 
Dejé el carrito de pie, esperándome empapado y volví hasta el contenedor. A su lado, algo separada, descansaba una caja de madera equilátera en bastante buen estado. Pensé que sería muy útil para guardar herramientas, o cachivaches de esos que siempre andan desordenándole la casa a uno y me acerqué un poco más para levantarla.
Me la traje en peso durante las dos cuadras que me restaban por caminar, mojándome por haber tenido que guardar el paraguas para poder cargar con ella.
La estoy mirando ahora, parada al lado del cajón de frutas que solía hacerme algún servicio, y comparándola. Resultó ser una mesita de luz, con sus patitas rabonas algo apolilladas y sin su tablita del fondo. Madera color roble, bien lustrada. Tan fea, por lo cuadrado de sus caras iguales como un hielo fuera de su whisky. Sin embargo, salió triunfante de la comparación y reemplazó al cajón de frutas.
La limpié, comprobé que un viejo vidrio que tenía le calzaba perfectamente. 
La uso, desde ese día, a casi toda ella, menos a su cajoncito. No he podido curarlo porque ha seguido lloviendo, y como es sabido por todo el mundo, que los mates nuevos y los cajones de las mesitas de luz usadas, han de ser curados antes de aprovecharlos, estoy esperando que salga el sol para ello.
En rigor de verdad, el curado de los mates es más fácil y más común y, hasta donde sé, no requieren de su exposición al sol, a menos que se quiera reutilizar la yerba que una vez fue maravilla de infusión.
Pero en rigor de comparaciones, los cajones, no se curan por nuevos, sino, justamente por usados. 
Hace años que perdí a mi abuela, así que no tengo a quién preguntarle como ejecutar tan complicada operación. Navegué Internet, buscando tutoriales, encontré otros miles de consejos, pero ninguno mencionaba la exposición al sol, dato único, al respecto, sobre el que no tengo la menor duda y sobre el cual habla la tradición largamente.
Veo cómo algunos se estarán encogiendo de hombros y desestimando mi actitud respetuosa hacia lo que alguna vez fue, o pudo haber contenido, el tesoro de alguien más. Pero con sólo imaginarse lo que uno mismo guarda, atesorado u omiso en su propio cajoncito, el asunto mueve a escalofrío.
Pensar por un minuto, en cartas de amor, hebillas rotas, objetos intimistas y placenteros, dinero, nidos de ratones, relojes exhaustivos, anteojos con la graduación exacta para abrir las puertas de los libros, momentos de búsqueda inútil de algún objeto perdido, lágrimas derramadas al borde de la cama, la luz indiscreta del velador que se colaba al interior por
que en el apuro nos quedó mal cerrado, un trapito que alguna vez fue una prenda regia, insultos al trabajo o al despertador que en vano cayeron ahí adentro, la linterna por si se corta la luz de noche y hay que levantarse igual, la propia manija del cajón desprendida hace tiempo por quererlo abrir los días en que la humedad lo hinchaba, la condena a velarnos el sueño, la furia con se lo cierra después de la frustración, sus sombras propias de su posición, en fin, los fantasmas...
 ¡No! Sin curarlo, un cajón de mesa de luz usado, no se puede volver a usar. Habrá que esperar a que salga el sol. Sólo así, se le irá yendo lentamente la impronta de su pasado y se acomodará de nuevo, para lucir su función en el dormitorio de alguien más. Y sólo así, se le podrá abrir y cerrar con confianza, sin que se escape el ánima esencial de su utilidad: el secreto cómplice.




HALLAN Y EJECUTAN PARTITURA OCULTA EN PINTURA DE EL BOSCO
Un nuevo oldie



Encuentran y ejecutan partitura oculta en la pintura más famosa de El Bosco, “El jardín de las delicias”.



Más de cinco siglos después de haber sido pintado, El jardín de las delicias, la obra maestra de El Bosco que se puede contemplar en el Museo del Prado sigue sorprendiendo a expertos y aficionados a la pintura. Prácticamente desde que fue adquirido por Felipe II, cientos de historiadores han investigado este tríptico que representa el paraíso, un lujurioso jardín de las delicias y el infierno y que no deja indiferente a nadie.
A pesar de que ya cuenta con más de quinientos años de historia, cada nueva investigación arroja extraños descubrimientos que no hacen más que aumentar el halo de fascinación y misterio que envuelve a la obra. El último en sumarse a esa lista, y que desvela el blog musical "Elepé", es la existencia de una partitura musical escondida en el cuadro y que no había sido estudiada hasta ahora.
La partitura, escrita en notación mensural, fue descubierta por dos estudiantes estadounidenses en la sección dedicada al infierno y se encuentra dividida entre un libro y las nalgas de la figura de un hombre que está tumbado en el suelo, según recoge ABC.
Los autores del hallazgo transcribieron la partitura a un pentagrama moderno y la introdujeron en un secuenciador que generó una melodía de piano. Así, esta breve y sencilla pieza musical renacentista ha podido ser escuchada cinco siglos después de haber sido ocultada en el genial tríptico de El Bosco.



Extraído de: http://www.montevideo.com.uy/

Canción oculta en 'El jardín de las delicias' de El Bosco

Las 10 palabras que inventó Shakespeare y nadie sabía




El dramaturgo inglés, una de las plumas más célebres de la historia, es considerado responsable de haber creado o popularizado con sus obras más de 1.700 términos




William Shakespeare escribió entre fines del siglo XVI y principios del XVII, y desde entonces se convirtió en uno de los autores más influyentes de la historia. Su obra fue traducida a todos los idiomas posibles y conocida en el mundo entero.

Pero no sólo influyó con sus ideas, sino que la lengua inglesa, y a través de ella muchas otras, fue profundamente impactada por él.

Muchas palabras fueron creaciones suyas, otras ya existían, pero Shakespeare fue el primero en ponerlas por escrito, y otras que sólo tenían un uso marginal se popularizaron. A continuación, las diez más destacadas.

1. Lonely (Solitario). "Un dragón solitario, de quien en su ciénaga se habla y se le teme más de lo que se lo ve" (Coriolano).

2. Hurry (Apresurarse). "Mientras otros chocan vidas, honores, tierras y todo se apresura hacia la nada" (Enrique VI).

3. Generous (Generoso). "Absuélveme en tus generosos pensamientos" (Hamlet).

4. Undress (Desvestirse). "Señora, desvístase y venga a la cama" (La fierecilla domada).

5. Critical (Crítico). "No soy nada si no soy crítico" (Otelo).

6. Gloomy (Oscuro). "Forzada en el oscuro bosque vasto y despiadado" (Tito Andrónico).

7. Radiance (Resplandor). "Pues por el sagrado resplandor del sol". (El rey Lear).

8. Majestic (Majestuoso). "Ésta es la vision más majestuosa" (La tempestad).

9. Laughable (Regocijante). "Aun cuando el mismo grave Néstor jurara que acababa de oír una broma regocijante". (El mercader de Venecia).

10. Courtship (Cortejar). "Después de haber estado cortejando aquí hasta sudar a mares y haber prestado juramento de amor hasta secarme el paladar". (El mercader de Venecia).



Extraído de: www.infobae.co

‘La Colmena’, de Cela, inédita, erótica y censurada, ve la luz



 

“Lola le salta de un tirón todos los botones de la bragueta. El vendedor jadea como un cerdo castrado, con los ojos en blanco, caído de espaldas.

—¡Golfo!

Lola descubre el sexo del hombre, pequeño y blanco como una criatura.

—¿Te da gusto, di, marrano, te da gusto?


—¡Déjeme! ¡Déjeme!”…

Solo una persona sabía de este pasaje escrito originalmente por Camilo José Cela para La colmena. Nadie sabía que el contenido sexual y erótico de su obra cumbre fuera más alto y descarado que lo publicado hasta hoy. No lo supo ni siquiera el régimen franquista porque el propio escritor gallego (1916-2002) sospechaba que no iba a pasar la censura y decidió no incluirlo en la versión que envió para su aprobación. Ahora, 70 años después de que Cela empezara su escritura (que terminaría en 1950) y sucedieran los hechos narrados en la novela, se han presentado muchos pasajes inéditos de la obra, algunos censurados por la dictadura y otros que el propio autor nunca presentó al régimen. El resultado es una nueva versión de La colmena. Por ahora fragmentada, pero que podría dar pie a una nueva edición completa como fue concebida genuinamente. “Sería una idea extraordinaria. Como sacar una obra inédita de Cela”, asegura entusiasmada Marina Castaño, viuda del premio Nobel español y presidenta de la Fundación Camilo José Cela.


El manuscrito, presentado en la Biblioteca Nacional, en Madrid, revela más retazos de vida de ese enjambre de personajes creados por Cela que ahora ven la luz gracias a la donación de Annie Salomon (licenciada en literatura hispánica), hija del hispanista Noël Salomon. Él era la única persona que conocía este inédito. Era un amigo del escritor, a quien envío este texto con la idea, “tal vez, de que analizara el impacto de la censura franquista a través de una novela suya”, dice Adolfo Sotelo Vázquez, catedrático de Historia de la Literatura Española, experto en la obra de Cela y quien prepara una biografía suya. El manuscrito llegó a las manos del hispanista después de la segunda calificación y reporte que hiciera el régimen sobre La colmena, el 7 de enero de 1946, en el cual dice: “¿Ataca el dogma o la moral? Sí. ¿Ataca al régimen? No. ¿Valor literario? Escaso”.

Se trata de 10 hojas numeradas por la Biblioteca Nacional en dígitos romanos más algunas hojas complementarias en blanco y 172 hojas numeradas en arábigo. El manuscrito es heterogéneo y fragmentario. La mayoría de las hojas están mecanografiadas y varias corregidas a mano y tachadas por el autor con su lapicero rojo. Otras censuradas por el franquismo con lapicero y sello, según Sotelo Vázquez. El grueso del manuscrito es parte de la copia que el escritor presentó a la censura en 1946 con la intención de ceder el original a F. Maristany de Ediciones el Zodíaco para su publicación.

“…El hombre habla con un hilo de voz, le tiembla todo el cuerpo, se estremece, se contorsiona. Respira violentamente con los ojos cerrados, la boca abierta y seca, la cabeza caída. Un temblor más fuerte le recorre el espinazo. Se queja, dice entre dientes algo que no se entiende, y se queda como muerto. Un sudor muy líquido le mana de la frente…”.


Eso fue lo que encontró Annie Salomon, cuyo padre murió hace 35 años, hacia 2011 cuando puso a la venta una casa de campo familiar cerca de Burdeos. Cuando una mañana empezó a limpiar la vivienda encontró un armario de madera con objetos familiares, cajas de fotos y entre esos recuerdos una carpeta marrón que tenía escrito a mano Caminos inciertos, otras anotaciones y por ahí el nombre de Cela. Ella se sorprendió. Cuando abrió la carpeta su corazón pareció palpitar más rápido al ver una serie de folios blancos amarilleados por 60 años. Páginas escritas a máquina con anotaciones, tachaduras, anexos y hojas escritas completamente a mano. No sabía muy bien lo que era. Ella había leído La colmena y sabía que eso correspondía al estilo de Cela. Tres años estuvo pensando qué hacer con ese hallazgo, hasta que en mayo pasado habló con la Biblioteca Nacional de España y tomó un vuelo a Madrid para donar el manuscrito, porque “es un patrimonio cultural y tenía que dejarlo a disposición de los expertos”. Ana Santos Aramburo, la directora, lo aceptó agradecida y ordenó el estudio de autenticidad.


Ayer la alegría se notaba en la Biblioteca Nacional. Antes de llegar a los hallazgos y el valor del manuscrito, Sotelo Vázquez hizo un recorrido por los primeros pasos de la obra. Unos 20 minutos de la génesis de esa historia en la que Camilo José Cela relata los escombros de los sueños de los españoles de la posguerra. Fue de los primeros escritores en narrar
la realidad del país recién terminada la Guerra Civil. La colmena es un mosaico de la sociedad española en su estado físico, emocional y espiritual. Recrea tres días de 1943 en la vida de más de 300 personajes. La mayoría de ellos de clase media baja y de una burguesía en imparable caída en desgracia. Cela hizo un corte en la línea de vida de España representada en una ciudad a través de esa galería de personas que lo único que tienen en común es la asfixia del presente y la incertidumbre del futuro. Una obra que fue publicada en Buenos Aires en 1951 (también con algunos pasajes censurados por el peronismo) y finalmente en España en 1955.

“…La mujer lo suelta y se tira sobre la cama, boca arriba, con los muslos muy separados, cogiéndose la entrepierna con las manos. Doña Celia sale, desnuda, de detrás de la cortina y se echa sobre Lola, le lame todo el cuerpo. Lola la deja hacer. Se tapa la cabeza con la almohada y se mete un dedo por el culo. Sobre la habitación flota el respirar de las dos mujeres: el de Lola, agotado, ansioso el de doña Celia, que ha caído sobre los baldosines haciéndose una paja…”.

El manuscrito permanecerá en la Biblioteca Nacional. La Fundación Camilo José Cela ha cedido los derechos para su estudio. Marina Castaño y Ana Santos están de acuerdo en hacer una edición completa de La colmena insertando los pasajes inéditos y censurados donde correspondan y según lo había planificado su creador. El texto hallado lo permite porque el escritor señala a qué corresponde cada pasaje. Los expertos titubean. Como poco se haría una edición con estos pasajes en un apéndice. A Castaño le gustaría que la nueva La colmena estuviera lista en 2016 para conmemorar el centenario del natalicio del autor.


La historia que empieza en el café La Delicia, de doña Rosa, guardaba más secretos y verdades que las conocidas hasta hoy. Esa historia con más penurias, más habladurías, más retratos de la Realidad, más deseos, pulsiones y desfogues de la pasión y el sexo y de gente mendigando alegrías está ahora en la cámara acorazada de la Biblioteca Nacional con pasajes desconocidos como este que termina diciendo:.

“…El hombre de los ajos, sucio, derrotado, con la cara sangrante y la ropa rasgada, gime tirado en el suelo.

“Pierrot” araña la puerta de la alcoba, nadie le hace caso…”.





OCURRIÓ EN FEBRERO DE 1974. EL DICTADOR BORDABERRY LO DETUVO POR APLICACIÓN DE MEDIDAS DE SEGURIDAD JUNTO A ONETTI Y JULIO CASTRO
  1. Quijano preso, porque “Marcha” publicó un cuento galardonado




Luis Casal Beck


El martes 11 se cumplieron 40 años de la decisión gubernamental. La publicación por parte del semanario “Marcha” de un cuento (“El guardaespaldas”), premiado como el mejor por un jurado integrado entre otros, por Juan Carlos Onetti, llevó al dictador Bordaberry a detener por “Medidas de Seguridad” y durante 81 días, a Carlos Quijano, Julio Castro, Onetti (que debió ser hospitalizado, con vigilancia policial), y Hugo Alfaro. Su autor, Nelson Marra, fue procesado por la Justicia Militar y permaneció cuatro años encarcelado.



El cuento de Nelson Marra resultó seleccionado como el mejor por un jurado de “Marcha”, integrado por Jorge Ruffinelli, Juan Carlos Onetti, y Mercedes Rein. No había sido publicado aún, por problemas de espacio, ya que el semanario, ante los problemas económicos que vivía, debió pasar de 32 a 24 páginas. A las clausuras constantes, la represión que golpeaba a buena parte de sus redactores (presos, exiliados), se había sumado en diciembre de 1973 una decisión oficial de la Comisión de Productividad, Precios e Ingresos (Coprin), de permitir un ajuste en el precio de venta de cada ejemplar a un valor que estaba por debajo de los costos reales. Quijano decidió reducir transitoriamente las páginas de “Marcha”, y apelar ante la Coprin. .

El 4 de febrero de 1974, Marra se hizo presente en la sede del semanario, preguntando por Ruffinelli. “quería saber cuando podría cobrar el premio, y cuando se (publicaria) el cuento”, según el testimonio de Hugo Alfaro, administrador de la emblemática publicación (“Navegar es necesario. Quijano y el semanario Marcha”, EBO, 1984). Alfaro le explicó que Ruffinelli estaba de viaje (México) y el problema creado por la decisión de Coprin, obligando a reducir el espacio del semanario.

Esta semana, Coprin le dio la razón al reclamo de “Marcha”, y permitió el ajuste de precios. Claro, fue un día miércoles; el semanario salía los viernes. “Vamos a 32 (páginas); no se me achiquen..” proclamó Quijano a poco de enterarse de la buena nueva. Alfaro comentó: “no era cuestión de arrugarse o sacar pecho. Sino de reunir en pocas horas, el material necesario”, porque se agregaban ocho páginas. El cuento de Marra, seleccionado por el jurado, se aseguró entonces la publicación, aunque no había sido leído por los responsables del semanario. El propio Onetti, cuenta Alfaro, le había dicho a Ruffinelli “decile a Quijano que el cuento no debe publicarse, sin que él lo lea”. Pero Ruffinelli debió viajar precipitadamente a México, y nadie podría preveer que, a último momento, Marcha, volveria a tener sus tradicionales 32 páginas.

“El sábado, estábamos todos encapuchados en el departamento 6 de (Información e Inteligencia de la policía) en Maldonado y Paraguiay”, recordó Alfaro en su libro. Enviados ante la Justicia Militar, por apología de la sedición, Quijano y Julio Castro (director y subdirector de la publicación), Onetti y Alfaro, fueron absueltos de toda responsabilidad, pero Marra resultó procesado con prisión y permaneció cuatro años en un centro de detención para presos políticos.

Sin embargo, Bordaberry dispuso que los liberados por la justicia castrense, estuvieran igual presos en el Cilindro Municipal de Montevideo, al amparo de las Medidas de Seguridad. Durante 81 dias permanecieron en esa condición Quijano, Castro, Onetti (que debió ser internado en un sanatorio, con centinela en la puerta de la habitación) y Alfaro. En el Cilindro se encontraban recluidos un centenar de uruguayos, durmiendo en bancos, bajo las galerías del estadio cerrado.

El cuento de Marra, “narra los recuerdos de un policía corrupto y torturador. El personaje agoniza inmovilizado en una sala blanca donde evoca momentos de su vida: la infancia en el barrio, como policía de la Jefatura, y como guardaespaldas de un “doctor”. Los recuerdos de andanzas sexuales y torturas a sediciosos dibujan un personaje sádico y perverso que, se dijo, el autor quiso identificar con el comisario Héctor Moran Charquero, asesinado por el MLN en 1970”, señala la historiadora Virginia Martínez (“Tiempos de dictadura, 1973/1985. Hechos. Voces, documentos. La represión y la resistencia, día a día”, EBO, 2005, página 33).

“El voto afirmativo de Onetti (…) expresaba una reserva acerca de lo que él llamaba ´crudeza innecesaria de lenguaje y de algunas situaciones´o algo asi –recuerda Alfaro-. Era para ir corriendo a ver de qué se trataba. Pero el cuento quedó dormido en un cajón, y nadie se acordó más de él. Hasta aquel miércoles en que hubo que componer material de apuro, y marchó al taller sin examen”; subrayando: “queda en pie el enfermizo afán persecutorio de un régimen que sancionó con 4 años de cárcel al autor de una pieza literaria(…) En su honor, debe decirse que ahora y desde que salio en libertad, Nelson Marra trabaja dignamente fuera del país, en el periodismo y la docencia; en tanto, quienes intentaron borrarlo de la faz de la tierra, ya fueron borrados de la faz de la historia”.

En mayo de 1974, todos los presos en el Cilindro Municipal, recuperaron la libertad. Quijano escribió un editorial en “Marcha”, enfatizando en “la jubilosa fraternidad que tanto nos enseñó de los camaradas del Cilindro. Los compañeros. Con ellos compartimos el pan, como la palabra enseña. Y la esperanza. La callada e inalterable certeza de tiempos mejores para esta tierra entrañablemente nuestra. La prisión hermana y aunque parezca incongruente, ayuda a liberarse”. En junio, el semanaro fue clausurado otra vez por 20 ediciones. Onetti decidió irse a España, Quijano, en soledad y ausencias, al enterarse tiempo después que las Fuerza Conjuntas lo habían ido a buscar a su casa tres veces, se refugio en la Argentina, y marchó al exilio en México, donde muríó en 1984. “Hay exilios sin retorno, querido Alfaro, pero por las dudas, averigue si la vieja rotativa es tan tozuda como yo”, escribió poco antes.

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DOCTOR CARLOS QUIJANO

1900 nace en Montevideo un 21 de marzo

1917 fundador del Centro Ariel, cuya revista dirige.

1918/1923 profesor de literatura en Enseñanza Secundaria.

1924 abogado (medalla de oro)

1924/1928 Estudia economía y ciencia política en la Sorbona de París. Obtiene su segundo doctorado.

1925 electo diputado blanco por Paysandú. No acepta por estar estudiando en Francia.

1928 retorna a Montevideo, y funda la Agrupación Nacionalista Demócrata Social (ANDS). Ese año es electo diputado por Montevideo. En Francia publica su primer ensayo: “Nicaragua: ensayo sobre El imperialismo de los Estados Unidos”.

1930 funda y dirige el diario “El Nacional”.

1931 Colapso electoral de su partido. Pierde su banca de legislador. “El Nacional”, deja de editarse.

1932 Funda el semanario “Acción”. Se convierte en profesor de Finanzas de la Universidad.

1933 Golpe de estado de Gabriel Terra. Se suma al Nacionalismo Independiente, integrando dos de sus directorios (1933 y 1937). Toma distancia en 1938.

1935 participa en un intento revolucionario que fracasa.

1936 profesor de Economía Política de la Universidad.

1939 funda y dirige el semanario “Marcha”.

1946 Dirige el Instituto Capital y la revista de Economía

(1947-1953). Se postula al Parlamento, sin éxito, por el Partido Demócrata.

1956/1959 Dirige el diario “Tribuna Popular”.

1958 Rompe todo vínculo con el Partido Nacional, en una columna publicada en “Marcha”. Se define como un nacionalista latinoamericano, antiimperialista, afin con un futuro socialistas. Reivindica a Rodó, a Vaz Ferreira. Subraya su empatía con el legado metodológico de Marx.

1962 Dirige el diario “Epoca”, y apoya a la Unión Popular.

1967 Funda los “Cuadernos de Marcha”.

1970 Firma un manifiesto de apoyo a la creación de un frente opositor al autoritarismo oligárquico de Jorge Pacheco Areco.

1971 Respalda al Frente Amplia. No acepta ser su candidato a la vicepresidencia.

1973 Golpe de estado. Preso 81 días por haber publicado en “Marcha” un cuento premiado en un concurso, junto a miembros de ese jurado como Juan Carlos Onetti (que será hospitalizado).

1974 “Marcha” es clausurado definitivamente. Buena parte de su redacción estaba presa o en el exilio.

1975 Sabiendo que lo estaban buscando, viaja a la Argentina por el litoral, escapando de las fuerzas de seguridad.

Consigue trabajo en México como profesor de Historia de las Ideas Económicas en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Vive muy austeramente.

1979 Publica los “Cuadernos de Marcha” (segunda época)

1984 Muere un 10 de junio, a los 84 años.

1987 Sus restos son repatriados y reposan en el Panteón Nacional.

1989/1995 Parlamento publica en siete volúmenes sus principales escritos. El primero de ellos, es prologado por Arturo Ardao, autor del primer editorial de “Acción” y de “Marcha”..

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LA GENERACIÓN DE “MARCHA”

“(..) quien cumplió la mas vasta labor magisterial, fue un hombre que no pertenece a la literatura, pero dio la tónica del espíritu de una época, a través de una paciente, a veces furiosa, siempre documentada y aguda tarea editorial: Carlos Quijano.

Aunque su campo específico fue el de la economía(…) su actividad mas influyente se (ejercitó) en la política, (porque) él sentó los módulos operativos de una cultura independiente y crítica, enfrentada a las instancias del poder oficial; él favoreció su desarrollo, a través del semanario “Marcha”, estableciendo la importancia que debe concedérsele a los variados ramos del arte y el saber(..), infundió la tenaz y casi obsesiva apelación a otra realidad –soñada más que vivida-, que será el país del futuro, la nueva sociedad, a cuya preparación deben consagrarse los intelectuales.

Por las condiciones del nuevo espíritu que propiciaba, no fue maestro de discipulado dócil, educativo, y a la postre epigonal; siempre discutido y polemizado, siempre en pugna con el medio y con las corrientes ocasionales del exitismo; siempre persistiendo en sus orientaciones, a costa de escisiones y rupturas.

Enseñó a pensar con claridad, dentro de un modelo racionalizado francés; a considerar la totalidad nacional, marcando la cuota importante de la economía en el funcionamiento cultural; a creer a pies juntillas en la caducidad fatal del sistema; a enfrentar sin anteojeras, críticamente, la realidad; a defender la nacionalidad y a afirmar la segunda independencia nuestra, latinoamericana, en incesante pugna con su enemigo imperial”

(Enciclopedia Uruguaya Nº 56, “la conciencia crítica”, Angel Rama, 1969).


Extraído de: http://www.republica.com.uy/