JOSHUA REYNOLDS, RETRATISTA DE UNA
ÉPOCA

El
estudio de la pintura de los siglos XVI y XVII, y también la de los clásicos
que realizó fundamentalmente en Roma, resultó decisivo para su evolución
posterior, en particular para la creación y desarrollo de lo que denominó grand
style, que no es sino dotar a los modelos de sus retratos de actitudes
inspiradas en obras religiosas o mitológicas del pasado y adoptar para sus
obras soluciones cromáticas extraídas de los grandes maestros de la pintura.

Por
ello, y pese a su origen provinciano, se movió con soltura y dignidad entre las
capas más altas de la sociedad británica, con lo que contribuyó decisivamente a
dignificar en su país la figura del artista. Tras la fundación, en 1768, de la
Royal Academy, fue su primer presidente, y a dirigir la institución se dedicó
en lo sucesivo, ya que la ceguera le impidió proseguir la actividad pictórica.
Son famosos los quince discursos que pronunció, expresión paradigmática de la
doctrina académica.
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