Las campañas electorales de la Antigua Roma
En España estamos inmersos en un proceso electoral con
motivo de las elecciones generales que se celebrarán el próximo 20 de
diciembre. Las ciudades han quedado empapeladas con carteles de los
diferentes partidos políticos, y por todas partes se percibe con
claridad que estamos en un proceso electoral. Sin embargo, esto no es
algo nuevo, y como otras muchas cosas, en nuestra tradición encontramos
un origen en la Antigua Roma, donde ya era común la propaganda electoral
como forma de comunicación.
En Roma no era una costumbre habitual hacer mítines, aunque sí se
utilizaban otros métodos que nos recordarán bastante a los que hoy en
día se practican. Por ejemplo, aunque no se pegaban carteles, sí que se
hacían pintadas
en las paredes, sobre fondos previamente encalados, en colores rojos o
negros. En ellos se publicaban mensajes favorables a uno u otro
candidato, pero también criticando a los opositores.
Por otro lado, en el tratado político de Cicerón Commentariolum Petitionis
recoge la estrategia que debían mantener los candidatos para tener
éxito electoral. En él se explica, por ejemplo, que era preciso ir al
Foro —espacio donde se desarrollaba gran parte de la vida pública en las
urbes romanas— todos los días a la misma hora para que los ciudadanos
se pudieran dirigir a ellos y preguntar todo lo que quisieran. Además,
esto permitiría que le hicieran peticiones, a las que deberían tratar de
responder siempre favorablemente. Esto también nos recordará bastante a
la actualidad, ya que los políticos suelen prometer muchas cosas,
aunque luego no las cumplan.
También cabría destacar, y sólo por poner un ejemplo más, que muchas
veces los candidatos trataban de demostrar la riqueza de sus familias
—que, en numerosas ocasiones, tenían una larga tradición en el ejercicio
de los cargos públicos— a través de mecanismos que hoy nos parecerían
un tanto escatológicos. Por ejemplo, la ubicación de tumbas llamativas
en la Vía Apia y Flaminia con el fin de que todos los visitantes a la
ciudad y los habitantes de la misma pudieran ver el poder de las
diferentes familias.
Esto quizá nos sirva para pensar que la propaganda electoral no es
algo nuevo y saber que, aunque las formas se vayan modernizando, nuestra
tradición mantiene unas raíces en relación con la política que proceden
de las mismas entrañas de la Antigua Roma.
Fuente
Bravo Bosch, M. J. (2010). La publicidad electoral en la Antigua Roma. Revue internationale des droits de l’antiquité, (57), 103-129. Disponible en: http://local.droit.ulg.ac.be/sa/rida/file/2010/09.BravoBosch.pdf
Extraído de: https://descubrirlahistoria.es
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