La espera
No me sirve el vacío.
Me sirve esa noche de espera
si tu vienes con tus vasos de miel y de ambrosía
La noche tiene lampos traicioneros
que están llenos de trampas y embelesos.
y tu respiración entrecortada
que pide, silenciosa, amor correspondido.
Si tú vienes, mi amor, para ofrecerme
ánforas de pasión y de sosiego,
ten por seguro que yo sabré esperarte
con mis brazos abiertos, cual mendigo,
porque tengo un gran cielo que ofrecerte.
Wilson Armas Castro
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