viernes, 16 de noviembre de 2012


Fernando Santullo, y sus ideas sobre música y política


“Ya desde el pique, soy un cruce entre varias cosas”. Fernando Santullo empezó a hacer música a los 25 años. La primera banda que tuvo fue Peyote Asesino, y para ese entonces ya estaba estudiando sociología. En el medio de este proceso, empezó a trabajar como periodista. La política también lo rodeó desde chico. A parte de hablar sobre su trayectoria musical, Santullo nos cuenta sobre cuál es su lugar como artista frente a la realidad social, cómo ve la situación política y económica en Uruguay y la crisis en España dónde reside actualmente.

La música, la sociología y la política
“Con la dictadura mis viejos se exiliaron a México porque estaba muy jodida la cosa. Mi viejo estuvo en cana unos meses y lo soltaron. Lo vinieron a buscar de vuelta, no lo encontraron y luego nos fuimos. Viví diez años en México. La política de alguna forma ya estuvo dentro de mi casa, no porque yo lo deseara sino porque fue inevitable.”
La música era para él, una forma de entender la cultura y de intentar hacer algo que le gustara culturalmente. Y sus gustos musicales ya venían marcados por todo esto, por haber estado en México, por haber conocido otras realidades culturales. Allá había un acceso mucho más fácil a todo lo que era la música anglosajona y gringa. Con todo lo bueno y todo lo malo. “Lo malo es que tenés una invasión salada de un montón de porquerías y malos productos culturales pero, por otro lado, también te permitía conocer un montón de excelentes productos, de grupos muy buenos y no sólo de música, sino de todo”.
“Para mí, la música y lo social en sentido amplio siempre estuvieron presentes. Y la música que me interesaba hacer tenía que ver con cierto espíritu de provocación, de choque, de cambio. Y una de las cosas que me pasó cuando estuve acá es que todo el rock que había acá me gustaba un montón pero estaba super anclado en los años 80”.
Llegó a sus 17 años y escuchó toda la primera camada de rock post dictadura, es decir, los estómagos, los traidores, etc, y le encantaban. Pero, a la vez, diez años después, la música seguía siendo más o menos igual. Entonces, se juntaron con Juan Campodónico que, en aquel entonces eran dos amigos que se juntaban en el centro a escuchar música. Y decidieron, previo paso de Fernando por Estados Unidos y México, armar Peyote Asesino. Estuvo un año en México dónde pudo trabajar con Adolfo Aguilar, un periodista muy crack quién le dejó plantada la semilla de hacer periodismo y luego, pasó seis meses en Estados Unidos, dónde trabajó en una empresa de administración de hoteles que lo ayudó a financiarse ese tiempo ahí en New York. “Descubrí un montón de música, entre el año 1991 y 1992 fue un período super importante en la música, salió el Nevermind de Nirvana, el Álbum Negro de Metallica, el Apocalipsis 91 de Public Enemy, estalló el Grunge, en 1992 salió el disco de Cypress Hill. Descubrí un montón de música que estaba super buena y que estaba ocurriendo ahí. En México, vi un show alucinante dónde tocaron Café Tacuba, Maldita vecindad, Mano Negra. Cuando vine a Uruguay justo en 1992, vino Mano negra en una gira en la que venían en barco que se llamó “Cargo 92”. Pasaron por Uruguay. Y les dije de ir a todos mis amigos “ Vamos a ver a Mano Negra que no se puede más!”. Yo tenía el álbum Putas Fever y ya me sabía todos los temas. … Tocaron en la estación de AFE. No había tanta gente, éramos dos mil tipos pero fue un show increíble, una de las mejores cosas que vi en mi vida”.

Sobre su trayectoria musical
Peyote Asesino
A partir de ahí empezó a hacer música. “Hay muchas cosas que se pueden hacer sin ser un experto porque todos mis conocimientos de hacer música eran de escuchar música y de interesarme y luego aprendí a hacer cosas en ese proceso”. Peyote Asesino debutó en el año 1995, y a fines de año sacaron un disco. Este disco fue el que le llegó a Santoalalla que estaba en Los Ángeles en ese momento. En 1997 grabaron en esa ciudad y el segundo disco salió en el 98. Sin embargo, “Para 1999 ya estábamos todos peleados. Pasó todo como super rápido. Vos ves ahora Uruguay y ves bandas que cuentan con una infra estructura alrededor. Por ejemplo, vas a ver a No Te Va A Gustar y tienen un show alrededor de ellos de primer nivel, es decir, tienen manager, tienen equipo técnico, etc... Con Peyote , todo eso no existía . En ese momento no contabas con toda la infraestructura. Hace 15 años, era todo “a la que te criaste”.
Según Fernando hay más razones: la música de Peyote era bastante rara en ese momento. Y el equilibrio interno de la banda era precario, pasó de ser banda de amigos a tener que profesionalizarse a una velocidad enloquecedora y a la vez, no todo el mundo tenia la posibilidad de tomar decisiones. “Por ejemplo, decir: dejo mi trabajo y me voy a telonear a Babasónicos a Neuquén. En teoría está bárbaro pero en la práctica llegás a tu casa y tenés que pagar las cuentas. Había un desfase interno. Éramos una banda que contaba artísticamente con varias aristas y eso era lo que tenia de más interesante porque era mucha gente diversa. Pero el equilibrio se mantuvo un tiempo. Fue como una especie de implosión”.

Kato entre Uruguay y Barcelona
Santullo empezó luego a componer temas y formó otra banda llamada Kato. Después de 6 meses de tocar en Montevideo, le salió una beca de periodismo en Barcelona. Consultó en la banda sobre irse para allá y todos le dijeron que sí. Faltaba poco para que se venga la crisis en Argentina y se fueron para España. “Igual ahí nos dimos cuenta que era mucho más difícil, había que instalarse, buscar un lugar dónde vivir”.
La música de Kato era rara también para ese momento. “Eso fue lo que nos mató en España: Los metaleros nos consideraban traidores porque tocábamos rap. Los raperos porque metíamos guitarras. Esto tiene que ver con lo que decía Mano Negra, o Manu Chao, que no tiene la culpa de nada, pero que el europeo tiene una visión muy paternalista de lo que “debe ser” un latinoamericano. Esto es, mover la cadera, bailar salsa, gustarle los ritmos más o menos tropicales. Y el tango o la milonga no los entienden como latinos. Y en realidad son tan latinos como la salsa pero lo que pasa es que al latino de acá abajo , mirá el clima en el que estamos… da la impresión que va a empezar a caer hielo en cualquier momento…qué ganas te dan de bailar salsa! Este clima es para eso, te hacés un tango o una milonga… Mismo cuando vas a las llamadas, cuando van tocando no van especialmente alegres… el candombe es un ritmo que es espeso, gordo, tocan como enojados. Eso es latino pero para ellos no es latino. Lo latino tiene una cosa como más lúdica, más tropical”.
Con Kato, no entraban dentro del mestizaje, no hacían Ska ni nada, y a su vez estaban todas esas influencias europeas o anglosajonas, como el Drum and Bass, música negra del norte, Hip Hop y todo eso. Y no encajaron. Hicieron muchos shows, telonearon a Ataque 77, tocaron con con Anthrax, hicieron una gira con Everlast. Hicieron un montón de cosas, “fuimos los mejores teloneros. Hicimos el disco acá, salió acá en el 2003, se vendió pero estábamos todos allá y ningún promotor se jugó en ese entonces, y luego en el año 2004 vino el cansancio y quedó por esa”.

Bajofondo presenta a Santullo
En los años 2005, 2006 se puso a componer temas nuevos, que fueron los que terminaron saliendo en el disco Bajofondo presenta a Santullo. Cuando Bajofondo estaba por sacar su disco Mar Dulce les propuso dos temas: “Ya no duele”que la cantó Fernando y “El mareo” que lo terminó cantando Gustavo Cerati. Estas canciones fueron las que abrieron la puerta a que hiciera un disco con eso. “Ese disco salió en el 2009 y lo venía moviendo en Uruguay, lo volví a presentar en España. Me volvió a pasar el tema de que soy poco latino… o pongo tanguero y el problema con el que me topé fue dónde pongo este disco en la batea, latino alternativo? La conclusión es que no saqué el disco allá. Venía tocando en Uruguay y Argentina. Puse temas en discos de otros, en el de Juan Campodónico y otro en el de Maia Castro”.
Y hace unas semanas salió su último trabajo: “Vol2 Canciones del Futuro Reciente ”. Un disco en vivo que cuenta con los invitados Laura Chinelli, Carlos Casacuberta y Agustina Santullo.

¿Cómo es tu lugar como artista frente a la realidad social?
“Yo no creo que tengas la obligación de difundir, o de defender tu arte… otra cosa es que te den ganas, o que vos entiendas que tu arte se inserta en un tejido social y que eso es inevitable”. Porque pila de veces, entre la gente de izquierda, parece que la propuesta artística tuviera que estar subordinada a la intencionalidad ideológica. Y para él, estas son cosas que funcionan en planos independientes, por lo menos en lo formal. Con Peyote les preguntaban por qué no tienen letras más combativas. Y él se preguntaba qué quiere decir combativo?
“O sea, en este momento, tenés a Rage Against The Machine cantando proclamas que dicen : “No hagas de Chiapas otro Vietnam” y que el mundo esto y el mundo lo otro. Entonces, ya lo dijo otro, no tiene gran potencial de convencer a nadie. Estás predicando para los conversos. Con Peyote teníamos un tema que se llamaba la concha, que decía cualquier disparate en la letra. Una canción cortita que hasta provocó que cierren una radio. No quiere decir que si decís Viva el pueblo sea siempre revolucionario. Por ejemplo, si sos un egresado de Harvard y grabas un disco con EMI para mí tiene muy poco potencial revolucionario. Porque estás hablando a los que ya piensan como vos…”
Para Santullo los afiches soviéticos son el mejor ejemplo de arte ultra ideologizado y nunca dejaron de ser arte. O sea fueron propaganda pero también fueron terrible arte.
Entonces, lo revolucionario, comenta Fernando, está en el componente de lo que vos hacés, con la capacidad que tenga eso de conmover, provocar, conmocionar, atraer, rechazar en la gente. “Para mí hay cierta correlación entre determinada forma de expresión y determinada capacidad de mover conciencias. Si hacés música de cámaras del siglo XIX, está buenísimo pero probablemente no estés sacudiendo a nadie. Cuando mezclas cosas, y no te pones una autocensura en las letras, incorporando nuevos géneros, de alguna forma estás tensando la cuerda, y en ese tensar hay un elemento transformador porque estás exigiéndole al tipo que escucha, que te escuche atento, que haga lo posible por entender tus códigos. No hay que subestimar al público, nunca lo consideres menos sabio de los que sos vos. El hecho artístico es artístico cuando logra despertar esa emoción, yo lo llamo provocación pero en realidad es como pellizcar un poquito y mover un poquito la cosa, y que el espectador o tu interlocutor no quede como anclado en las comodidades culturales”.

Sus columnas en MontevideoCOMM
“Pensar en un nuevo medio, que no es una columna de opinión, no es una canción, nace de la idea de rimar opiniones sociales y eso es interesante”.
Todos sus trabajos los puede hacer desde casa, allá en Barcelona. “Para eso preciso mi computadora, una tarjeta de sonido y un micrófono”. La idea de hacer las columnas surgió del hecho que precisaba plata pero también por querer hacer algo uniendo las tres cosas que le interesaban, es decir, la sociología, el periodismo y la música.
“Tiré la primera columna en el facebook. Agarré un tema disparador que fue lo que sucedió entre Suárez y Evrá en el fútbol. Eso fue el disparador pero en realidad a mi lo que me asustó fue la cantidad de mensajes racistas que le dejaron los uruguayos al tipo en su facebook. Los perfiles racistas de la gente que publicó, fueron sorprendentes”.
Planteando el tema en el facebook, Santullo fue armando la columna. 

El segundo tema que eligió fue la función del servidor público, cómo llamaban antes al empleado público, y cómo eso está totalmente perdido. Antes el empleado público tenía una función social y colectiva. Había una conciencia de eso. “El empleado público hoy en día parece que al tener su empleo hubiera comprado un pedacito de cielo, compró sus privilegios, y le importa muy poco acerca de sus funciones. No todos, obviamente”.

Fue así que comenzó a publicar en Montevideo.COMM. El trabajo de escribir columnas consiste en encontrar un tema por semana, luego escribirlo, investigarlo, y después convertir eso en rimas para finalmente ponerlo arriba de una base musical y que las rimas funcionen.

Situación política y económica de Uruguay
Fernando piensa que la crisis del 2002 es un buen punto de partida para analizar la situación actual de Uruguay. Objetivamente, el punto más bajo es el 2002. Ahora, está bastante mejor, se cubrieron las necesidades más básicas de los sectores más carenciados de la población, no se solucionó nada aún. Igual eso funciona y tiene sentido a medida en que solventando eso , tener herramientas a mediano plazo para ir moviendo a esa gente de esa situación para que no las dejen anclada a la gente, o sea petrificada socialmente. Lo que pasa es que esos son procesos largos y seguramente no se pueden ver los resultados de inmediato. “Igual yo a veces tengo la impresión de que le Frente Amplio tiene más buenas intenciones que buenos planes. Entonces una buena intención queda borroneada por un plan mediocre o mal plan”.
A España le tomó 20 años llegar a ser un país más o menos homologables al resto de los países europeos. Entonces Uruguay no va a transformarse en algo radicalmente diferente en 5 o 10 años, y además se necesitan un montón de crecimiento y de políticas inteligentes, a lo largo de 25 años para ver como esos cambios se convierten en un cambio estructural y no en una política de parches. “Yo la impresión que tengo es que Uruguay en este momento aun sigue en muchos aspectos en una política de parches. El gobierno uruguayo está un poco en ese plan, que no digo que sea un mal plan, es un plan avanzado respecto a las malas políticas sociales de los gobiernos de los partidos blanco y colorado, pero no quiere decir para mí que se estén manejando soluciones de fondo. El gran problema que ha tenido Uruguay es la ausencia de políticas de estado a largo aliento”.



Fuente: www.rebelarte.com (Colectivo de intervención Fotográfica)

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