Fernando
Santullo, y sus ideas sobre música y política
“Ya desde el pique, soy un cruce entre
varias cosas”. Fernando Santullo empezó a hacer música a los 25 años. La
primera banda que tuvo fue Peyote Asesino, y para ese entonces ya estaba
estudiando sociología. En el medio de este proceso, empezó a trabajar como
periodista. La política también lo rodeó desde chico. A parte de hablar sobre
su trayectoria musical, Santullo nos cuenta sobre cuál es su lugar como artista
frente a la realidad social, cómo ve la situación política y económica en
Uruguay y la crisis en España dónde reside actualmente.
La música, la sociología y la política
“Con la dictadura mis viejos se
exiliaron a México porque estaba muy jodida la cosa. Mi viejo estuvo en cana
unos meses y lo soltaron. Lo vinieron a buscar de vuelta, no lo encontraron y
luego nos fuimos. Viví diez años en México. La política de alguna forma ya
estuvo dentro de mi casa, no porque yo lo deseara sino porque fue inevitable.”
La música era para él, una forma de entender
la cultura y de intentar hacer algo que le gustara culturalmente. Y sus gustos
musicales ya venían marcados por todo esto, por haber estado en México, por
haber conocido otras realidades culturales. Allá había un acceso mucho más
fácil a todo lo que era la música anglosajona y gringa. Con todo lo bueno y
todo lo malo. “Lo malo es que tenés una invasión salada de un montón de
porquerías y malos productos culturales pero, por otro lado, también te
permitía conocer un montón de excelentes productos, de grupos muy buenos y no
sólo de música, sino de todo”.
“Para mí, la música y lo social en
sentido amplio siempre estuvieron presentes. Y la música que me interesaba
hacer tenía que ver con cierto espíritu de provocación, de choque, de cambio. Y
una de las cosas que me pasó cuando estuve acá es que todo el rock que había
acá me gustaba un montón pero estaba super anclado en los años 80” .
Llegó a sus 17 años y escuchó toda la
primera camada de rock post dictadura, es decir, los estómagos, los traidores,
etc, y le encantaban. Pero, a la vez, diez años después, la música seguía
siendo más o menos igual. Entonces, se juntaron con Juan Campodónico que, en
aquel entonces eran dos amigos que se juntaban en el centro a escuchar música.
Y decidieron, previo paso de Fernando por Estados Unidos y México, armar Peyote
Asesino. Estuvo un año en México dónde pudo trabajar con Adolfo Aguilar, un
periodista muy crack quién le dejó plantada la semilla de hacer periodismo y
luego, pasó seis meses en Estados Unidos, dónde trabajó en una empresa de
administración de hoteles que lo ayudó a financiarse ese tiempo ahí en New
York. “Descubrí un montón de música, entre el año 1991 y 1992 fue un período
super importante en la música, salió el Nevermind de Nirvana, el Álbum Negro de
Metallica, el Apocalipsis 91 de Public Enemy, estalló el Grunge, en 1992 salió
el disco de Cypress Hill. Descubrí un montón de música que estaba super buena y
que estaba ocurriendo ahí. En México, vi un show alucinante dónde tocaron Café
Tacuba, Maldita vecindad, Mano Negra. Cuando vine a Uruguay justo en 1992, vino
Mano negra en una gira en la que venían en barco que se llamó “Cargo 92” . Pasaron por Uruguay. Y les
dije de ir a todos mis amigos “ Vamos a ver a Mano Negra que no se puede más!”.
Yo tenía el álbum Putas Fever y ya me sabía todos los temas. … Tocaron en la
estación de AFE. No había tanta gente, éramos dos mil tipos pero fue un show
increíble, una de las mejores cosas que vi en mi vida”.
Sobre su trayectoria musical
Peyote Asesino
A partir de ahí empezó a hacer música.
“Hay muchas cosas que se pueden hacer sin ser un experto porque todos mis
conocimientos de hacer música eran de escuchar música y de interesarme y luego
aprendí a hacer cosas en ese proceso”. Peyote Asesino debutó en el año 1995, y
a fines de año sacaron un disco. Este disco fue el que le llegó a Santoalalla
que estaba en Los Ángeles en ese momento. En 1997 grabaron en esa ciudad y el
segundo disco salió en el 98. Sin embargo, “Para 1999 ya estábamos todos
peleados. Pasó todo como super rápido. Vos ves ahora Uruguay y ves bandas que
cuentan con una infra estructura alrededor. Por ejemplo, vas a ver a No Te Va A
Gustar y tienen un show alrededor de ellos de primer nivel, es decir, tienen
manager, tienen equipo técnico, etc... Con Peyote , todo eso no existía . En
ese momento no contabas con toda la infraestructura. Hace 15 años, era todo “a
la que te criaste”.
Según Fernando hay más razones: la
música de Peyote era bastante rara en ese momento. Y el equilibrio interno de
la banda era precario, pasó de ser banda de amigos a tener que
profesionalizarse a una velocidad enloquecedora y a la vez, no todo el mundo
tenia la posibilidad de tomar decisiones. “Por ejemplo, decir: dejo mi trabajo
y me voy a telonear a Babasónicos a Neuquén. En teoría está bárbaro pero en la
práctica llegás a tu casa y tenés que pagar las cuentas. Había un desfase
interno. Éramos una banda que contaba artísticamente con varias aristas y eso
era lo que tenia de más interesante porque era mucha gente diversa. Pero el equilibrio
se mantuvo un tiempo. Fue como una especie de implosión”.
Kato entre Uruguay y Barcelona
Santullo empezó luego a componer temas y
formó otra banda llamada Kato. Después de 6 meses de tocar en Montevideo, le
salió una beca de periodismo en Barcelona. Consultó en la banda sobre irse para
allá y todos le dijeron que sí. Faltaba poco para que se venga la crisis en
Argentina y se fueron para España. “Igual ahí nos dimos cuenta que era mucho
más difícil, había que instalarse, buscar un lugar dónde vivir”.
La música de Kato era rara también para
ese momento. “Eso fue lo que nos mató en España: Los metaleros nos consideraban
traidores porque tocábamos rap. Los raperos porque metíamos guitarras. Esto
tiene que ver con lo que decía Mano Negra, o Manu Chao, que no tiene la culpa
de nada, pero que el europeo tiene una visión muy paternalista de lo que “debe
ser” un latinoamericano. Esto es, mover la cadera, bailar salsa, gustarle los
ritmos más o menos tropicales. Y el tango o la milonga no los entienden como latinos.
Y en realidad son tan latinos como la salsa pero lo que pasa es que al latino
de acá abajo , mirá el clima en el que estamos… da la impresión que va a
empezar a caer hielo en cualquier momento…qué ganas te dan de bailar salsa!
Este clima es para eso, te hacés un tango o una milonga… Mismo cuando vas a las
llamadas, cuando van tocando no van especialmente alegres… el candombe es un
ritmo que es espeso, gordo, tocan como enojados. Eso es latino pero para ellos
no es latino. Lo latino tiene una cosa como más lúdica, más tropical”.
Con Kato, no entraban dentro del
mestizaje, no hacían Ska ni nada, y a su vez estaban todas esas influencias
europeas o anglosajonas, como el Drum and Bass, música negra del norte, Hip Hop
y todo eso. Y no encajaron. Hicieron muchos shows, telonearon a Ataque 77,
tocaron con con Anthrax, hicieron una gira con Everlast. Hicieron un montón de
cosas, “fuimos los mejores teloneros. Hicimos el disco acá, salió acá en el
2003, se vendió pero estábamos todos allá y ningún promotor se jugó en ese
entonces, y luego en el año 2004 vino el cansancio y quedó por esa”.
Bajofondo presenta a Santullo
En los años 2005, 2006 se puso a
componer temas nuevos, que fueron los que terminaron saliendo en el disco
Bajofondo presenta a Santullo. Cuando Bajofondo estaba por sacar su disco Mar
Dulce les propuso dos temas: “Ya no duele”que la cantó Fernando y “El mareo”
que lo terminó cantando Gustavo Cerati. Estas canciones fueron las que abrieron
la puerta a que hiciera un disco con eso. “Ese disco salió en el 2009 y lo
venía moviendo en Uruguay, lo volví a presentar en España. Me volvió a pasar el
tema de que soy poco latino… o pongo tanguero y el problema con el que me topé
fue dónde pongo este disco en la batea, latino alternativo? La conclusión es
que no saqué el disco allá. Venía tocando en Uruguay y Argentina. Puse temas en
discos de otros, en el de Juan Campodónico y otro en el de Maia Castro”.
Y hace unas semanas salió su último
trabajo: “Vol2 Canciones del Futuro Reciente ”. Un disco en vivo que cuenta con
los invitados Laura Chinelli, Carlos Casacuberta y Agustina Santullo.
¿Cómo es tu lugar como artista frente a
la realidad social?
“Yo no creo que tengas la obligación de
difundir, o de defender tu arte… otra cosa es que te den ganas, o que vos entiendas
que tu arte se inserta en un tejido social y que eso es inevitable”. Porque
pila de veces, entre la gente de izquierda, parece que la propuesta artística
tuviera que estar subordinada a la intencionalidad ideológica. Y para él, estas
son cosas que funcionan en planos independientes, por lo menos en lo formal.
Con Peyote les preguntaban por qué no tienen letras más combativas. Y él se
preguntaba qué quiere decir combativo?
“O sea, en este momento, tenés a Rage
Against The Machine cantando proclamas que dicen : “No hagas de Chiapas otro
Vietnam” y que el mundo esto y el mundo lo otro. Entonces, ya lo dijo otro, no
tiene gran potencial de convencer a nadie. Estás predicando para los conversos.
Con Peyote teníamos un tema que se llamaba la concha, que decía cualquier
disparate en la letra. Una canción cortita que hasta provocó que cierren una
radio. No quiere decir que si decís Viva el pueblo sea siempre revolucionario.
Por ejemplo, si sos un egresado de Harvard y grabas un disco con EMI para mí
tiene muy poco potencial revolucionario. Porque estás hablando a los que ya
piensan como vos…”
Para Santullo los afiches soviéticos son
el mejor ejemplo de arte ultra ideologizado y nunca dejaron de ser arte. O sea
fueron propaganda pero también fueron terrible arte.
Entonces, lo revolucionario, comenta
Fernando, está en el componente de lo que vos hacés, con la capacidad que tenga
eso de conmover, provocar, conmocionar, atraer, rechazar en la gente. “Para mí
hay cierta correlación entre determinada forma de expresión y determinada
capacidad de mover conciencias. Si hacés música de cámaras del siglo XIX, está
buenísimo pero probablemente no estés sacudiendo a nadie. Cuando mezclas cosas,
y no te pones una autocensura en las letras, incorporando nuevos géneros, de alguna
forma estás tensando la cuerda, y en ese tensar hay un elemento transformador
porque estás exigiéndole al tipo que escucha, que te escuche atento, que haga
lo posible por entender tus códigos. No hay que subestimar al público, nunca lo
consideres menos sabio de los que sos vos. El hecho artístico es artístico
cuando logra despertar esa emoción, yo lo llamo provocación pero en realidad es
como pellizcar un poquito y mover un poquito la cosa, y que el espectador o tu
interlocutor no quede como anclado en las comodidades culturales”.
Sus columnas en MontevideoCOMM
“Pensar en un nuevo medio, que no es una
columna de opinión, no es una canción, nace de la idea de rimar opiniones
sociales y eso es interesante”.
Todos sus trabajos los puede hacer desde
casa, allá en Barcelona. “Para eso preciso mi computadora, una tarjeta de
sonido y un micrófono”. La idea de hacer las columnas surgió del hecho que
precisaba plata pero también por querer hacer algo uniendo las tres cosas que
le interesaban, es decir, la sociología, el periodismo y la música.
“Tiré la primera columna en el facebook.
Agarré un tema disparador que fue lo que sucedió entre Suárez y Evrá en el
fútbol. Eso fue el disparador pero en realidad a mi lo que me asustó fue la
cantidad de mensajes racistas que le dejaron los uruguayos al tipo en su
facebook. Los perfiles racistas de la gente que publicó, fueron sorprendentes”.
Planteando el tema en el facebook,
Santullo fue armando la columna.
El segundo tema que eligió fue la función del servidor público, cómo llamaban
antes al empleado público, y cómo eso está totalmente perdido. Antes el
empleado público tenía una función social y colectiva. Había una conciencia de
eso. “El empleado público hoy en día parece que al tener su empleo hubiera
comprado un pedacito de cielo, compró sus privilegios, y le importa muy poco
acerca de sus funciones. No todos, obviamente”.
Fue así que comenzó a publicar en
Montevideo.COMM. El trabajo de escribir columnas consiste en encontrar un tema
por semana, luego escribirlo, investigarlo, y después convertir eso en rimas
para finalmente ponerlo arriba de una base musical y que las rimas funcionen.
Situación política y económica de
Uruguay
Fernando piensa que la crisis del 2002
es un buen punto de partida para analizar la situación actual de Uruguay.
Objetivamente, el punto más bajo es el 2002. Ahora, está bastante mejor, se
cubrieron las necesidades más básicas de los sectores más carenciados de la
población, no se solucionó nada aún. Igual eso funciona y tiene sentido a
medida en que solventando eso , tener herramientas a mediano plazo para ir
moviendo a esa gente de esa situación para que no las dejen anclada a la gente,
o sea petrificada socialmente. Lo que pasa es que esos son procesos largos y
seguramente no se pueden ver los resultados de inmediato. “Igual yo a veces
tengo la impresión de que le Frente Amplio tiene más buenas intenciones que
buenos planes. Entonces una buena intención queda borroneada por un plan
mediocre o mal plan”.
A España le tomó 20 años llegar a ser un
país más o menos homologables al resto de los países europeos. Entonces Uruguay
no va a transformarse en algo radicalmente diferente en 5 o 10 años, y además
se necesitan un montón de crecimiento y de políticas inteligentes, a lo largo
de 25 años para ver como esos cambios se convierten en un cambio estructural y
no en una política de parches. “Yo la impresión que tengo es que Uruguay en
este momento aun sigue en muchos aspectos en una política de parches. El
gobierno uruguayo está un poco en ese plan, que no digo que sea un mal plan, es
un plan avanzado respecto a las malas políticas sociales de los gobiernos de
los partidos blanco y colorado, pero no quiere decir para mí que se estén
manejando soluciones de fondo. El gran problema que ha tenido Uruguay es la ausencia
de políticas de estado a largo aliento”.
Fuente: www.rebelarte.com (Colectivo de
intervención Fotográfica)
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