Los escalofriantes túneles secretos de la
Primera Guerra Mundial
Miles de soldados los utilizaban en Francia
para desplazarse sin que se enterara el enemigo. Allí dejaron grabados
recuerdos y mensajes que hoy salen a la luz.


El
fotógrafo Jeff Gusky, de National Geographic, recorrió algunos túneles
utilizados en Francia durante los años del conflicto. A pesar del paso del
tiempo, permanecen inmaculados y conservan el testimonio de los miles de
soldados que pasaron por ellos.



Metros
más allá hay instalaciones que muestran cómo era la vida de los soldados
durante su estadía. Por ejemplo, hay bancos y mesas, y sobre ellos, objetos que
pertenecieron a los combatientes, como botellas y cantimploras.
En
total, se trata de un complejo de unas 40 hectáreas, compuesto por cientos de
pequeños pasadizos que se conectan con infinidad de salas de distinto tamaño.
En ellas puede encontrarse desde camas hasta equipamiento militar, como cascos,
botas y cinturones.
Pocas
cosas sobresalen tanto como la capilla subterránea, que incluye la figura de un
soldado francés rezando. La identidad del artista que la talló permanece
desconocida.
Las
condiciones de vida en los túneles estaban lejos de ser las mejores. La humedad
hacía que muchos sufrieran enfermedades pulmonares, y las ratas, los piojos y
las pulgas abundaban en ese ambiente hacinado.
Pero
cualquiera de esas eran pequeñas amenazas frente al riesgo que suponía que los
enemigos descubrieran la existencia de ese mundo bajo tierra y pusieran bombas
para enterrar vivos a todos sus ocupantes.
Extraído
de: http://www.infobae.com/
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