A 102 años de la muerte de
Florencio Sánchez
Florencio Sánchez nació en
Montevideo el 17 de enero de 1875, y murió en Milán, Italia, el 7 de noviembre
de 1910. Dramaturgo y periodista uruguayo, cuya producción y herencia artística
se desarrolla en ambas orillas del Río de la Plata. Es considerado
una de las figuras principales del teatro mundial.
Hijo de Olegario Sánchez y
de Josefa Mussante, tuvo 11 hermanos. Tras abandonar sus estudios secundarios,
aunque fue un incansable lector, alternó su vida entre Montevideo, Buenos Aires
y Rosario. Fue en estas ciudades donde desarrolló una intensa labor
periodística (La Voz
del Pueblo, El Siglo, La Razón ,
El Nacional, El País) y teatral.
Al estallar en 1897 la
guerra civil en Uruguay, se incorporó a las filas de Aparicio Saravia en
seguimiento de la tradición partidaria de su familia, ocasión en que trabó
contacto con algunas destacadas personalidades de la intelectualidad, como
Eduardo Acevedo Díaz. Consternado por el clima que rodeaba al alzamiento,
desertó y pasó a Brasil. De este período surgirá su desencanto por las posturas
políticas tradicionales, reflejado en sus Cartas de un flojo, y comienza su
activa militancia en el anarquismo. Escribió en La Protesta y en la revista
El Sol dirigida por Alberto Ghiraldo. Sus obras Ladrones y Puertas Adentro se
inscriben dentro del modelo anarquista.
Su vinculación con el anarquismo
En Montevideo ingresó al
Centro Internacional de Estudios Sociales, (principal local anarquista de la
ciudad, cuyo lema era: "El individuo libre en la comunidad libre").
Florencio se involucra activamente en el Centro Internacional, dando varias
conferencias, leyendo sus “Cartas de un Flojo”, declarándose anarquista,
compartiendo la tribuna tanto con Pietro Gori, como con Pascual Guaglianone, un
joven argentino que impactado por el ejemplo de Gori, daba conferencias por
toda la ciudad. Allí Florencio se desempeña como bibliotecario de la
recientemente inaugurada Biblioteca Obrera, colabora con algún texto con el
periódico del Centro “Tribuna Libertaria”. Crea un cuadro filo-dramático, junto
con Edmundo Bianchi y Eulogio Peyrot, donde pretenden extender la arenga, el
discurso libertario, por vías de comunicación más entretenidas. La experiencia
es un éxito y de allí nacen obras de Florencio que se presentan hasta el día de
hoy como ser “Puertas Adentro”, o “Ladrones” y “Pilletes”, que un tanto
modificadas –o bastante- son lo que hoy conocemos como “Canillita”. Además del
Centro Internacional, Florencio frecuenta la librería Moderna de Orsini Bertani,
un anarquista que le editó sus primeras obras a Rafael Barret, Ángel Falco o
Ernesto Herrera, entre otros tantos, y frecuenta muy especialmente el Polo
Bamba, un café ubicado frente a la plaza independencia que era el principal
lugar de reunión de los anarquistas junto al Centro Internacional.
Será también Florencio el
principal impulsor de un proyecto que tardará un par de meses en concretarse.
La edición de un diario anarquista, esté se llamará “El Trabajo” y constituirá
el primer (y uno de los pocos) diario anarquista del Uruguay.
Mientras tanto las
conferencias se sucedían, entre diciembre de 1900 y mayo de 1901 Florencio dio
al menos siete conferencias en el Centro Internacional. El asunto molestó tanto
al jefe de policía que ordenó detenerlo. Prófugo de la policía se fue rumbo a
Rosario (Argentina).
En 1903 escribe M'hijo el
dotor, que se estrena con gran éxito en Buenos Aires. En 1903 escribió el
sainete La gente honesta y su primera obra teatral Canillita, que se representó
por una compañía española de zarzuelas. Solidario con los obreros gráficos en
huelga, pierde el empleo. A su vez la policía impide el estreno de La gente
honesta. Sin embargo, Sánchez no declina su compromiso ideológico.
En 1906, Sánchez se
instala en La Plata ,
donde trabajó en la Oficina
de identificación Antropométrica, que había sido fundada por el policía Juan
Vucetich. Apasionado observador, Sánchez tuvo como temas preferidos para sus
obras de teatro la vida proletaria, la familia, el conventillo, los
inmigrantes, representó diversos tipos sociales en ambas orillas del Río de la Plata , mostrando miserias y
esperanzas del mundo del trabajo a través de la vida cotidiana de sus
personajes.
El 25 de setiembre de 1909
embarcó hacia Europa en el barco italiano «Príncipe di Udine» como a
comisionado oficial del presidente uruguayo, Claudio Williman, para informar
sobre la conveniencia o no que el gobierno uruguayo participara en una
proyectada Exposición Artística en Roma, llegando a Génova el 13 de octubre
de1909. Después de pasar unos meses derrochando una importante suma de dinero
como anticipo de los derechos de representación de sus obras en Europa en
diferentes ciudades italianas y francesas, enfermo de tuberculosis, murió a las
3 de la madrugada del 7 de noviembre de 1910 en el Hospital de Caridad «Fate
Bene Fratelli» de Milán (Italia), donde había estado internado cinco días antes
por una bronquitis en el pulmón izquierdo. El 21 de enero de 1921 sus restos
mortales llegaron a Montevideo y fueron llevados al Panteón Nacional.
En homenaje al escritor,
en la fecha de su muerte, se conmemora el Día del Canillita, el vendedor de
periódicos en la calle, en la
Argentina y Uruguay. Luego de su muerte, la Municipalidad de La Plata puso su nombre a la Diagonal 75.
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