ÉDOUARD MANET, PADRE DEL
IMPRESIONISMO
Édouard Manet nació en París el 23 de enero de 1832 y murió el 30 de abril de1883. Hijo de un
importante funcionario del ministerio de Justicia, fue un mediocre estudiante
interesado únicamente en el dibujo. Ante la resistencia paterna a que iniciara
una carrera artística, trató infructuosamente de ingresar en la Escuela Naval hasta
que, tras un segundo intento fallido, su familia accedió a regañadientes a
financiar sus estudios artísticos, que inició en 1850 en el taller del pintor
clásico Thomas Couture.
Tras seis años de aprendizaje se estableció en un estudio propio. En esos
primeros tiempos entabló relación con artistas y literatos como Henri
Fantin-Latour, Edgar Degas y Charles Baudelaire. A principios de 1860 empezaron
a ser reconocidas algunas de sus obras, que merecieron, entre otras, la cálida
acogida del crítico y escritor Téophile Gautier.
En 1863, el Salón de Otoño le rechazó un lienzo que iba a resultar
trascendental para la posterior evolución de la pintura: Almuerzo sobre
la hierba, que fue doblemente criticado, tanto por su temática –muestra a
una mujer desnuda flanqueada por dos jóvenes ataviados de forma contemporánea–
como por la técnica empleada, revolucionaria lo mismo en el tratamiento de la
perspectiva que en el de la representación del entorno natural, bañado en una
luz fuerte y contrastada.
Ese mismo año Édouard Manet contrajo matrimonio con la holandesa Suzanne
Leenhoff, con quien había tenido un hijo ilegítimo poco antes. En 1865 volvió a
escandalizar con la obra Olympia, en la que repitió el tema del
desnudo femenino y aumentó aún más la intensidad de la luz ambiental, al tiempo
que diluía el
contorno de figuras y objetos hasta lograr imágenes prácticamente bidimensionales. Denegada su inclusión en la exhibición pictórica que se realizó con motivo de
En
1868, el joven novelista Émile Zola escribió una laudatoria
recensión de su trabajo en la que identificaba a Manet con la figura romántica
del artista incomprendido. Tras un breve lapso provocado por la guerra
franco-prusiana de 1870-1871, en la que Manet combatió como oficial de la Guardia Nacional ,
el marchante Paul Durand-Ruel adquirió un número considerable de obras del
fondo del artista. Mantuvo buenas relaciones con los jóvenes impresionistas,
muy en especial con Claude Monet, aunque siempre se resistió a participar en
las exposiciones independientes organizadas por éstos; prefería ofrecer sus
obras al Salón y exponerlas en su propio estudio si eran rechazadas.
En su producción de finales de la década de 1870 acentuó el naturalismo de
su temática, para otorgar el protagonismo de sus pinturas a prostitutas y
coquettes sorprendidas bebiendo o seduciendo a sus jóvenes am
antes, y al
tratamiento expansivo de la luz. Por último, Manet abandonó su técnica
tradicional, el óleo, para pasar al pastel. Paralelamente, su salud experimentó
un creciente deterioro a causa de una enfermedad de origen infeccioso originada
en su pierna izquierda.
A pesar de ello, en 1882 participó en una importante exhibición de arte
francés realizada en Londres, para cuya ocasión presentó Bar del
Folies-Bergère, la última de sus grandes composiciones. Al año siguiente se
le declaró la gangrena en la pierna enferma y tuvo que ser amputada, operación
de la cual no pudo recuperarse y que le acarrearía la muerte poco después. La
exhibición póstuma de sus obras, celebrada en enero de 1884, marcó el
nacimiento de un creciente reconocimiento de su talla como artista, al que la
historia ha concedido el apelativo de padre del impresionismo.
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