JUAN RULFO, MUCHO
MAS QUE “PEDRO PÁRAMO”
Juan Nepomuceno
Pérez Rulfo Vizcaíno nació en Sayula, México, el 16 de mayo de 1918 y murió en
Ciudad de México el 7 de enero de 1986. Juan Rulfo creció en el pequeño pueblo
de San Gabriel, villa rural dominada por la superstición y el culto a los
muertos, y sufrió allí las duras consecuencias de las luchas cristeras en su
familia más cercana (su padre fue asesinado). Esos primeros años de su vida
habrían de conformar en parte el universo desolado que Juan Rulfo recreó en su
breve pero brillante obra.
En 1934 se
trasladó a Ciudad de México, donde trabajó como agente de inmigración en la
Secretaría de la Gobernación. A partir de 1938 empezó a viajar por algunas
regiones del país en comisiones de servicio y publicó sus cuentos más
relevantes en revistas literarias.
En los quince
cuentos que integran El llano en llamas (1953), Juan Rulfo ofreció
una primera sublimación literaria, a través de una prosa sucinta y expresiva,
de la realidad de los campesinos de su tierra, en relatos que trascendían la
pura anécdota social.
En su obra más
conocida, Pedro Páramo (1955), Rulfo dio una forma más
perfeccionada a dicho mecanismo de interiorización de la realidad de su país,
en un universo donde cohabitan lo misterioso y lo real, y obtuvo la que se
considera una de las mejores obras de la literatura iberoamericana
contemporánea.
Rulfo escribió también
guiones cinematográficos como Paloma herida (1963) y otra novela
corta magistral, El gallo de oro (1963). En 1970 recibió el
Premio Nacional de Literatura de México, y en 1983, el Príncipe de Asturias de
la Letras.
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